Dean Corll

¿Conocemos la biografía de Candyman? Todos recordamos Candyman: El dominio de la mente (1992) y su posterior remake del año 2021. Dos películas terroríficas que muestran a un despiadado asesino provisto de un garfio de cuyo cuerpo emanan abejas. Aparece si se pronuncia su nombre cinco veces frente al espejo.

Esa es la premisa de la que parten ambas películas. Sin embargo, lo que muchos no saben es que este personaje está inspirado en Dean Corll. Sin duda, uno de los asesinos en serie más horribles de la historia. Aquí vamos a contar por qué.

¿Quién era Dean Corll?

Todo comienza el 24 de diciembre de 1939 en Fort Wayne, Indiana. Ese día nació Dean Arnold Corll, el primogénito de Arnold Edwin Corll y Mary Robinson. Un matrimonio que se divorció cuando él tenía solo 7 años.

Quienes lo conocieron de niño cuentan de Dean Corll que era tímido y serio. De hecho, pocas veces jugaba o socializaba con otros jóvenes de su edad. A ello colaboró el diagnóstico de un soplo cardíaco que le impidió hacer deporte en la escuela y fuera de ella.

Sus padres se reconciliaron en 1950 y se fueron a vivir a Memphis, Tennessee. Sin embargo, se divorciaron de nuevo tres años más tarde. Eso hizo que Dean se mudara junto a su madre a Pasadena, Texas. Allí se casó con Jake West, un relojero de profesión, y tuvieron una hija, Joyce.

Corll Candy Company dio origen a la leyenda

Mary Robinson y Jake West montaron una pequeña empresa en un simple garaje. Hablamos, cómo no, un negocio de dulces llamado Pecan Prince. En ella se pasaba las horas Dean echando una mano cuando no estaba en la escuela. ¿Su función? Empaquetar los productos que su padrastro vendía luego en Houston.

Durante esos años, Dean Corll estudió en Vidor High School, donde se matriculó con notas sobresalientes. También empezó a tocar el trombón en una banda de música. Sin embargo, cuando su madre empezó a tener dificultades en su matrimonio, le pidió que se mudara a Indiana con su abuela. Allí estuvo dos años. Un tiempo en el que se dice que mantuvo su única relación heterosexual.

Dean regresó poco antes de que su madre se divorciara de Jake West en 1963. Eso supuso la disolución del negocio familiar de dulces y la apertura de uno nuevo. Ambos lo llamaron Corll Candy Company.

Al año siguiente, Dean fue reclutado por la Armada de los Estados Unidos y destinado a Louisiana y, posteriormente, a Georgia. El joven Corll odiaba el servicio militar. Algo curioso teniendo en cuenta que su estancia allí fue catalogada como impecable y que le dieron de baja con honores en solo 10 meses. Se dice que allí mantuvo sus primeras relaciones homosexuales, lo que provocó esta prematura salida.

El regreso a Houston

Tras terminar el servicio militar, Dean volvió junto a su madre y asumió el cargo de vicepresidente de Corll Candy Company. Para relanzar el negocio, en 1965 ambos tomaron la decisión de montar una tienda frente a la Escuela Elemental Helms.

Dean Corll se ganó allí el apodo de Candyman. ¿El motivo? Solía regalar dulces a los niños y adolescentes que iban a la escuela como parte de estrategia de promoción. Así conoció a David Brooks, un joven de solo 12 años que se convirtió en su cómplice más importante.

David veía a Dean casi como una figura paterna. Le daba dinero cuando le necesitaba y no se reía de él por su apariencia física. En apenas dos años, empezaron a mantener relaciones sexuales.

El inicio de los asesinatos

Se considera unánimemente que Jeffrey Konen fue la primera víctima de Dean Corll. Era un joven que estaba haciendo autostop. Su cuerpo no apareció hasta tres años después. Tras atarle y violarle, le enterró en High Island Beach.

Probablemente, ese primer asesinato fue un crimen de oportunidad. Pero ¿por qué decimos esto? Pues porque, al poco tiempo, la actividad sádica de Dean se fue organizando. Eso sucedió desde el momento en el que David Brooks le descubrió violando a otros dos jóvenes en su apartamento.

Para que David no hablara, Dean le prometió que le iba a regalar un coche. Después, le ofreció 200 dólares por cada niño que trajera a su casa. Aceptó la oferta.

Elmer Wayne Henley, el segundo cómplice

Así pasó más de un año hasta que David Brooks le trajo llevó a Elmer Wayne Henley. Curiosamente, Candyman decidió que le sería más útil como cómplice que como víctima. Así que le ofreció el mismo trato. También aceptó.

El nivel de sadismo de Henley excedió, con mucho, el de Brooks. De hecho, según el primer cómplice, llegó a tal nivel que se ocupó él mismo de asesinar a las víctimas después de que Dean las violara.

El fin de los crímenes de Dean Corll

Sucedió el 7 de agosto de 1973. Henley invitó a su amigo Timothy Cordel Kerley a una fiesta en la casa de Dean. Sin embargo, este insistió en llevar a Rhonda Williams, una chica a la que su padre borracho acababa de pegar.

Dean Corll se puso furioso. Sin embargo, se calmó y continuó con el plan: drogar a los invitados hasta que se desmayaran. Cuando lo hicieron, los esposó. También a Henley. Los tres estaban desnudos y boca abajo.

Henley consiguió que Dean se calmara con la promesa de ayudarle, ya que estaba muy enfadado por haberle traído a una chica. Tras liberarle y entregarle un cuchillo de caza para asesinar a Rhonda, cambió de idea. Fue al cuarto de al lado y cogió una pistola. Según los allí presentes, le gritó en varias ocasiones “¡no puedo creer que mataras a todos mis amigos!” antes de dispararle varias veces en la cabeza y la espalda.

Los tres decidieron llamar a la policía. Henley confesó los crímenes y llevó a los agentes a las fosas comunes, que quedaron marcados por el horror que encontraron. Todavía cumple condena en Texas. David Brooks falleció en prisión a los 65 años a causa de la COVID-19.