Elizabeth Báthory

A simple vista, la biografía de Elizabeth Báthory dibuja la historia de la mayor asesina de la historia de la humanidad. Una mujer que, supuestamente, acabó con la vida de más de 650 mujeres para bañarse en su sangre y preservar su belleza. Si a esto sumamos que uno de sus antepasados era Vlad Tepes, El Empalador, tenemos como resultado el caldo de cultivo perfecto para una leyenda. Aquí la vamos a desgranar.

La biografía de Elizabeth Báthory: el retrato de una mujer poderosa

Erzsébet Báthory de Ecsed era el nombre real de Elizabeth Báthory o Isabel Báthory, como es conocida en los países anglosajones e hispanohablantes. Nació el 7 de agosto de 1560 en el castillo de Čachtice de la ciudad de Nyírbátor, Hungría. Formaba parte de una de las familias aristocráticas más poderosas del país. Hablamos, cómo no, de los Erdély.

Esta mujer fue fruto, al igual que sus padres, abuelos y demás antecesores, de una relación endogámica. Sus padres eran primos hermanos. Nos referimos a los condes Jorge y Ana Báthory. La consanguinidad hizo que, antes de cumplir los seis años, ya manifestase síntomas de epilepsia.

Sin embargo, el trastorno de Elizabeth Báthory no puede definirse como este. Al menos, no el que le llevó a cometer los horribles crímenes de los que se le acusa.

Su matrimonio con el Caballero Negro de Hungría

Elizabeth Báthory tenía solo 11 años cuando fue prometida con Ferenc Nádasdy, uno de sus primos. Se mudó a su castillo y contrajeron matrimonio cuatro años después, en 1675. Acudieron más de 4500 invitados, entre los que no pudo estar por problemas de agenda el emperador Maximiliano II.

La protagonista de esta historia nunca se llevó bien con su suegra y tía, Úrsula. La razón fundamental era su educación. Elizabeth era una mujer cuya cultura y educación superaba con creces a la del resto de personas de su época. No olvidemos que, por aquel entonces, hasta el príncipe de Transilvania era prácticamente analfabeto. Hablaba con total soltura el húngaro, el alemán y el latín.

Otro dato curioso es que su marido Ferenc adoptó el apellido Báthory, ya que era más ilustre que el suyo. Algo que no fue tampoco bien visto por Úrsula por ir contra la tradición. Están registradas una serie de cartas en las que la pareja intercambia opiniones acerca de la mejor manera de castigar a los sirvientes. La crueldad utilizada le valió al esposo el apodo de Caballero Negro de Hungría.

Ferenc y Elizabeth se veían tan poco que la primera hija del matrimonio no vino al mundo hasta 10 años después de la boda. Tuvieron que pasar otros 9 años para que diese a luz a las dos siguientes. Por fin, en 1598, la pareja tuvo un hijo varón,, al que llamaron Pablo.

La muerte de su marido

El 4 de enero de 1604, de forma súbita tras librar una batalla, Ferenc Báthory fallece. Elizabeth cuenta con 44 años cuando queda viuda,, y su primera medida fue echar a su suegra del castillo. Lo mismo hace con el resto de parientes de su marido que allí residían. Este es el punto de partida de la leyenda oscura que rodea a Elizabeth.

Debemos partir de la base de que, tras la muerte de Ferenc, Elizabeth Báthory se convierte en una de las señoras feudales más poderosas de Hungría. El problema es que carece de ejército con el que proteger su territorio. Eso es algo que le lleva a apoyar económicamente a Gábor I Báthory, que termina convirtiéndose en príncipe de Transilvania.

La leyenda de Elizabeth Báthory

Está claro que Elizabeth Báthory no era una santa. Sin embargo, ningún personaje de la nobleza de su época lo era. Lo que está claro es que una mujer viuda cargada de riquezas y con un poder político importante en pleno siglo XVII no era bien vista. Así que, en muy poco tiempo, empiezan a escucharse rumores de que practica brujería y magia negra en su castillo.

No es difícil encontrar paralelismo entre la historia de Elizabeth Báthory y la de Juana La Loca. La leyenda en torno a ella dice que utiliza la sangre de mujeres jóvenes para preservar su juventud. ¿Cómo? Pues bañándose en este tipo de fluidos. Algo difícil de imaginar teniendo en cuenta la velocidad de coagulación.

Ante esos rumores, el rey Matías II de Hungría ordena a Jorge Thurzó que entre en su castillo y la investigue. El monarca quería acusar de traición a la condesa, mientras que el conde llevaba años enemistado con ella.

Thurzó aseguró que en el castillo había numerosos cadáveres y mujeres torturadas en distintos estados de desangramiento. Así lo corroboró en un juicio celebrado después el mayordomo Juan Ujváry. Elizabeth, acogiéndose a sus derechos nobiliarios, no se presentó al juicio.

La muerte de Elizabeth Báthory

Todos los seguidores, trabajadores y colaboradores de Elizabeth Báthory fueron ejecutados. A la mayoría de ellos se les decapitó y se les quemó, aunque otros fueron torturados previamente. Sin embargo, según la legislación vigente, no era posible procesar a una noble.

La solución fue encerrarla en su castillo para que pagara por sus crímenes. Las autoridades la introdujeron en sus aposentos y sellaron puertas y ventanas. Solo dejaron una pequeña rendija a través de la cual le daban comida. El rey Matías II de Hungría la condenó a cadena perpetua y confiscó todas sus propiedades, que era lo que realmente anhelaba desde el principio.

Pero ¿cuándo murió Elizabeth Báthory? Tras cuatro años encerrada, un carcelero que la vigilaba la vio tirada boca abajo en el suelo. Era el 21 de agosto de 1614 y tenía 55 años. Había dictado testamento apenas tres semanas antes dejando las escasas posesiones que le quedaban a sus hijos.

Hoy en día, dentro de los Archivos Nacionales de Hungría, hay mucha documentación con la que reconstruir la biografía de Elizabeth Báthory. Sin embargo, tanto su retrato original como sus diarios personales están en paradero desconocido. Estas piezas, sin duda, serían de mucha ayuda para averiguar si su leyenda fue real o se trató de una mera invención de quienes conspiraron contra ella.