Pablo Escobar

Pablo Escobar, Historia de un narco

Pablo Escobar fue el gran capo de la droga que monopolizó el mercado de la cocaína durante las últimas décadas del siglo XX. Al frente del llamado cártel de Medellín, llegó a controlar el 80 por ciento de la cocaína que se enviaba desde Colombia a Estados Unidos, introduciendo ilegalmente entre 70 y 80 toneladas al mes.

Para ello contaba con una infraestructura que incluía sus propias fábricas, una flota entera de aviones y barcos y una red de blanqueo de dinero de la que formaban parte sus familiares y numerosos banqueros y abogados corruptos. En 1989, la revista Forbes lo señaló como la séptima persona más rica del mundo, con una fortuna de 24.000 millones de dólares.

Para mantener esta industria del narcotráfico y conseguir salir impune, Escobar aplicó una campaña de terror que se saldó con la muerte de gran cantidad de ciudadanos de a pie, multitud de periodistas, un millar de policías, más de 200 jueces, un fiscal general y un ministro de Justicia.

Pero, además, cultivó una faceta amable que le valió la protección y el respeto del pueblo, sobre todo en Medellín, donde construyó viviendas sociales y patrocinó clubes de fútbol. El traficante disponía de su propio periódico, que utilizaba como instrumento propagandístico, y llegó a adquirir tanta influencia y popularidad que, en 1982, fue elegido para ocupar un escaño en el Congreso colombiano.

Antecedentes

Pablo Emilio Escobar Gaviria nació en Ríonegro (Colombia) el 1 de diciembre de 1949 en el seno de una familia humilde. No fumaba y apenas bebía, pero en este joven inteligente y ambicioso se adivinaba ya un vicio que le dominaría durante toda su vida: el afán por ganar dinero como fuera y la obsesión por el poder. Así, muy pronto se vio envuelto en timos y pequeños delitos y, a los 20 años, empezó a vender cannabis y a robar coches.

A principios de los 70, se decantó por el tráfico de cocaína. Compraba pasta de coca de gran calidad procedente de Bolivia y Perú, la procesaba y la transportaba a Estados Unidos, donde se distribuía. Para dar cobertura a este negocio, Escobar se asoció con otros delincuentes de la zona con los que formó el cártel de Medellín.

En 1975 se convirtió en el jefe del entramado tras la muerte del anterior líder, Fabio Restrepo, cuyo asesinato se cree que podría atribuírsele.

Detención

En mayo de 1976 se detuvo a Escobar y varios de sus hombres cuando volvían de Ecuador de comprar droga. Se les acusó de posesión de cocaína, pero el caso se desestimó porque dos de los agentes que les arrestaron fueron asesinados.

En 1985 se empezó a sospechar del origen de su enorme fortuna y Estados Unidos presionó a Colombia para que lo extraditara. Para evitarlo, el capo orquestó un atentado contra el Tribunal Supremo de su país en el que murieron la mitad de los jueces, aunque nunca pudo probarse su implicación en los hechos.

El 18 de noviembre de 1986, Escobar fue detenido de nuevo, acusado esta vez de contrabando y asociación mafiosa. Sirviéndose otra vez del terror, consiguió que se retiraran los cargos.

Encarcelamiento

En 1989 ordenó matar a dos candidatos a la presidencia de Colombia y, el 27 de noviembre, mandó poner una bomba en el avión en el que iba a viajar otro aspirante a presidente, asesinando a 110 personas.

Todo esto hizo que se incrementara la presión sobre el narco, por lo que en 1991 Escobar se entregó voluntariamente a cambio de no ser extraditado a Estados Unidos y pasar cinco
años encarcelado; eso sí, en una prisión que él mismo construyó.

Huída y muerte

Un año después de su encarcelamiento, las autoridades colombianas decidieron enviar a Escobar a una prisión convencional y este se fugó mientras lo trasladaban. El capo estuvo huido 16 meses, durante los cuales le persiguieron tanto la policía colombiana como la estadounidense. Unos 600 agentes murieron en la operación.

El 2 de diciembre de 1993, un día después de su 44 cumpleaños, el famoso narcotraficante fue acorralado en una de sus guaridas del barrio de Los Olivos, en Medellín, y se vio envuelto en un tiroteo. Escobar fue herido en el torso y una pierna, antes de recibir un disparo mortal en la cabeza. Se ha especulado con que pudo tratarse de una ejecución planificada.