El 24 de enero de 2009 tiene lugar la desaparición de Marta del Castillo, en Sevilla. Marta tenía 17 años cuando salió de casa para “verse con unos amigos”. Los padres de la joven la vieron por última vez a las cinco de la tarde. Debía haber vuelto a las once de la noche pero nunca más volvieron a verla.
Un vecino aseguró haberla visto la noche de la desaparición esperando a alguien en el portal de su casa. La policía emprendió la búsqueda de la joven y tomó declaración a las personas cercanas a Marta mientras que la familia inició una campaña para encontrar a su hija que implicó la movilización de miles de personas en manifestaciones en Sevilla con el lema «todos somos Marta».
La esperanza de hallar con vida a la adolescente sevillana se truncó el 13 de febrero, cuando la policía detiene a Miguel Carcaño, de 20 años, ex novio de la joven. Este confesó el asesinato de Marta y haber arrojado el cadáver al río Guadalquivir junto con un amigo. No obstante, nunca se encontró el cadáver.
El caso llegó a despertar un gran interés en la sociedad y los medios de comunicación puesto que los acusados lanzaron afirmaciones falsas acerca de dónde se encontraba el cuerpo hasta en cuatro ocasiones y llegaron a contar hasta nueve versiones de los hechos. En las distintas reconstrucciones del crimen Miguel Carcaño y su amigo Francisco Javier García Marín, conocido como ‘el Cuco’, fueron añadiendo elementos nuevos o cambiando completamente el relato de lo que ocurrió en el piso donde se encontraban aquella noche.
Miguel Carcaño fue condenado a 21 años y tres meses de cárcel por el asesinato de la joven sevillana. El Cuco fue sentenciado a dos años y once meses de reclusión en un centro de menores por encubrimiento.
