Los 3 entrenamientos físicos más duros del mundo

¿Vas al gimnasio? ¿Haces crossfit u otro tipo de entrenamientos? ¿Eres habitual de la Spartan Race? Tu cuerpo y tu mente te lo agradecen. El tiempo – y el dinero – que inviertes, beneficia tu salud física y mental.

Aunque, ¿alguna vez has pensado en dar un paso más allá? Llevar a tu cuerpo a rebasar su propio límite para defender a tu país o por el afán de superación. Existen entrenamientos que preparan tu cuerpo y tu mente para enfrentarse a los obstáculos más extremos.

Estos son algunos de los entrenamientos más duros que existen:

CONVERTIRSE EN MARINE

Lo primero que se te viene a la cabeza al pensar en entrenamientos extremos son los marines americanos. Son numerosas las ocasiones en las que hemos visto los duros entrenamientos a los que se someten los soldados de este cuerpo militar de élite gracias al cine de Hollywood. Para acceder a él hay que someterse a las durísimas pruebas oficiales, que duran más de 3 meses (13 semanas). Los aspirantes deben conocer y sobrepasar los límites de su cuerpo y de su mente para superarlas.

Durante este entrenamiento, tal como se explica en la web de los marines, a los reclutas se les entrena para no dudar y actuar con urgencia. Se les enseña a no pensar dos veces. Para conseguir esto, se les somete a pruebas extremas como introducirse en una cámara de gas con máscaras durante un máximo de cinco minutos. Dentro de la cámara, se les hace quitarse las máscaras y ponérselas de nuevo para que puedan sentir los efectos nocivos del mismo. Aunque no es un gas letal, sí es lacrimógeno y produce reacciones de tos severa y quemaduras leves en la piel.

Otra de las pruebas es El Crisol. Es la prueba final y la culminación de 13 semanas de entrenamiento. Los reclutas son sometidos a 54 horas ininterrumpidas de pruebas y simulaciones de guerra, “hasta que los brazos y las piernas arden”. Sólo disponen de 6 horas de sueño y se les priva parcialmente de agua y alimento. Si se supera, el recluta se convierte oficialmente en Marine.

SAS: EL MÁS DURO DEL MUNDO

Las pruebas de acceso a las fuerzas especiales británicas o SAS (Special Air Service) son conocidas como las más duras del mundo. Al igual que en las pruebas americanas, se somete a los reclutas a pruebas extremas de destreza física y estrés. Se desarrollan durante dos meses, un mes en las montañas y un mes en la selva. Uno de los datos que demuestran que es el entrenamiento más duro del mundo, es la cantidad de reclutas que no lo superan: un 90%. Entre otras cosas, se enseña la importancia de mantenerse hidratado: la deshidratación hace que se tomen malas decisiones que ponen en peligro la vida.

Reconocida como la parte más dura de las pruebas, la “Long March” consiste en una prueba de resistencia en la que los reclutas han de correr durante 64 kilómetros con una mochila que pesa 25 kilos, además del arma y la botella de agua.

Tras la trágica muerte de varios reclutas por temperaturas extremas durante las pruebas, se decidió suavizarlas.

PRUEBAS CASI INSUPERABLES

Existen pruebas que forman parte de otros entrenamientos que serían capaces de mandarnos al hospital al común de las personas:

  • El ejercito de Corea del Sur ha entrenado a sus soldados en entornos a temperaturas de 20 grados bajo cero. Cruzando ríos congelados rifle en mano.
  • Los monjes Shaolin llevan a sus cabezas y cuellos al extremo para fortalecerlos. Mantienen su cabeza en el suelo soportando el peso de todo su cuerpo durante horas.
  • Una de las pruebas de acceso a los Navy Seals (un cuerpo militar aún más de élite que los marines) es la “Tortura del Surf”. Consiste en tumbarse en la orilla del mar con la cabeza hacia el agua. De manera que este, a una temperatura de 18 grados, invade la cabeza con el constante de las olas. Una y otra vez.

Una cosa queda clara, los humanos que se someten voluntariamente a este tipo de entrenamientos extremos, lo hacen “con un par”.