Cuando nos imaginamos una langosta se nos viene a la cabeza a tenacitas, naranja, con ojitos negros y antenas. En realidad hay varios tipos de langostas: gigantes, pequeñas, de agua dulce o salada, de aguas frías…
La langosta del Pacífico tiene una cola más sabrosa, lo que le hace una habitual de las mejores cartas de restaurante. Además pueden alcanzar los 7kg de peso, siendo entre 500gr y los 3kg su tamaño habitual.
La langosta del Caribe está presente en el Golfo de México, Caribe y algunas parte de América del Norte. Su apariencia es más atractiva de las habituales, con una cáscara dura con rayas marrones y grises además de puntos amarillos en la cola muy característicos.
La langosta de Sudáfrica se puede encontrar en aguas cálidas y cuentan con unos largos apéndices y antenas. Ni tienen las características garras lo que les hace muy lentas.
La langosta de Australia tiene un color verdoso, lo que la diferencia de sus primas más marrones y rojizas. Por sus colores se mimetizan mejor en el entorno por lo que son más complicadas de pescar. Esta langosta tiene una vertiente, la langosta azul, que suele estar presente en agua dulce como arroyos o lagos. Esta langosta también se encuentra en Australia pero por la acción del hombre se ha exportado y se encuentra en Sudáfrica, México, Puerto Rico, Zambia, Singapur e Indonesia. Al haberla introducido en un ecosistema distinto al suyo, ha establecido poblaciones salvajes y tremendamente invasora, deteriorando el ecosistema de esas zonas.
