Encarcelados (Bolivia, Rep. Dominicana, Perú)

Diez reportajes que retratan la crueldad de los más duros e inhumanos centros carcelarios de Bolivia, República Dominicana, Perú, Colombia, Costa Rica, Brasil y El Salvador. Las redes de narcotráfico han encontrado en la crisis un terreno abonado para captar personas de la más diversa condición dispuestas a convertirse en “mulas” para transportar la droga. Los periodistas Jalis de la Serna y Alejandra Andrade cuentan con los testimonios en exclusiva de 120 españoles, muchos de los cuales, cumplen condena por ese delito en el extranjero.


Jueves 4, 22h30

San Pedro en La Paz un centro habilitado para ochocientas personas donde viven más de dos mil, niños incluidos. El gobierno de Bolivia permite a los presos, con independencia del delito cometido, vivir con sus familias en la prisión. Y los que mandan son los presos que en principio se oponen a la grabación obligando al equipo a refugiarse en la capilla del penal. Y luego en las prisiones de San Antonio y San Sebastián entrevistas con varios presos españoles sometidos a todo tipo de abusos y vejaciones.

Jueves 11, 22h30

Alejandra Andrade se introduce en La Victoria, una de las prisiones de hombres, con mayor hacinamiento de Centroamérica. Construida para 800 presos, malviven 8.000, siete de ellos españoles. La periodista entrevista a un histórico miembro de ETA, un empresario de Mallorca y un asesor fiscal que padece una grave enfermedad. Contraer tuberculosis, meningitis o dengue es uno de los mayores riesgos que sufren los españoles.

Jueves 18, 22h30

Encarcelados pone al descubierto el poder de los presos en las cárceles bolivianas. Sin policías ni funcionarios dentro, Jalis de la Serna entra en Palmasola, donde acaban de morir 30 reclusos tras un enfrentamiento por hacerse con el control del penal. El mismo centro en el que han sido violados varios niños.

Jueves 25, 22h30

Es el país del mundo donde hay más españoles encarcelados, más de 300, Alejandra Andrade asiste a dos momentos inéditos. La detención, en el aeropuerto de Lima, de un camionero madrileño, con 3 kilos de cocaína en su maleta, y la puesta en libertad de una vendedora de pisos catalana, que hace tres años ingresó en el penal de máxima seguridad Ancón II, por transportar droga. Tras su paso por la cárcel, sin dinero y desamparadas, una cocinera de Barcelona, la propietaria de un bar en San Sebastián y una administrativa sevillana, no pueden regresar a España hasta que paguen la deuda contraída con el Estado peruano.