Especial Interrogatorios

¿Qué métodos se utilizan para obtener una confesión, cuáles son los signos que revelan que alguien está mintiendo? Algunos de los interrogatorios más fascinantes jamás vistos entre la policía y el sospechoso llegan a AMC CRIME. No te pierdas el Especial Interrogatorios, todos los martes a las 21:30H.

Psicólogos forenses, criminalistas y expertos en lenguaje corporal nos conducen entre varios casos penales que se pueden ganar o perder en la sala de interrogatorios. Se revelará cada táctica, cada momento decisivo que transcurre entre esas cuatro paredes. Los espectadores se  sentirán como si estuvieran en esa sala de interrogatorios mientras los detectives implicados analizan, paso a paso, lo que a menudo es un juego de alto riesgo entre el gato y el ratón.

Secretos de los interrogatorios

En esta serie, un equipo de expertos analizará diez interrogatorios demostrando que, en cada uno de ellos, el hábil trabajo de los detectives fue clave para resolver el caso y lograr una condena. Robert Rinder, abogado penalista y personalidad televisiva, presenta cada episodio y se convierte en el guía perfecto en las oscuras artes del interrogatorio. Psicólogos forenses, criminalistas y expertos en lenguaje corporal examinan grabaciones reales para revelar todos los trucos policiales; qué métodos se utilizan para obtener una confesión, cuáles son los signos que revelan que alguien está mintiendo… Una mirada única a la batalla de ingenio entre el policía y el sospechoso en los casos criminales estadounidenses y británicos más inquietantes de los últimos años.

Sala de interrogatorios

Los casos penales se pueden ganar o perder en la sala de interrogatorios. El éxito puede lograr justicia para las víctimas, pero el fracaso puede suponer que el culpable quede libre. Esta innovadora serie examina algunos de los interrogatorios más fascinantes jamás realizados. Cada episodio revelará cada táctica, cada momento decisivo que transcurre entre esas cuatro paredes. Los espectadores sentirán como si estuvieran en la sala de interrogatorios mientras los propios detectives implicados comentan paso a paso lo que a menudo es un juego del ratón y el gato de alto riesgo. La tensión se palpa en el ambiente, ya que, por ley, ningún sospechoso está obligado a hablar. Y, los que lo hacen, pueden callarse en cualquier momento. Es una carrera contrarreloj, donde todo está en juego.