Jon Venables y Robert Thompson, los niños asesinos de Liverpool

Jon Venables y Robert Thompson protagonizaron uno de los peores casos de niños asesinos de la historia. El 12 de febrero de 1993, en un centro comercial de Liverpool, secuestraron, torturaron, abusaron sexualmente y mataron a James Bulger. Apenas tenía dos años. Ambos solo tenían diez cuando perpetraron esta barbarie.

El crimen que conmocionó al mundo entero

Ni el propio Alfred Hitchcock podría haber concebido este asesinato de bebé, capaz de conmover al mismísimo Kim Jong-II. Venables y Thompson tenían claro su propósito desde que vieron la tercera parte de la película Chucky, el muñeco diabólico. Querían jugar a matar.

De hecho, lo intentaron unos días antes con otro niño, pero su mamá apareció a tiempo y le salvó la vida. Por desgracia, James Bulger estaba en el centro comercial New Strand de Merseyside y se despistó en el momento menos oportuno.

A las 15:39 horas, los niños asesinos lo sacaron del establecimiento de la mano. Nadie notó nada extraño ni hizo algo, aunque el pequeño sollozaba. Una larga caminata los llevó hasta la zona de Walton, donde dieron rienda suelta a su maldad junto a la vía del tren.

Tras numerosas vejaciones y brutalidades inmisericordes, saltaron sobre su estómago hasta reventarle el vientre. Después, dejaron el cuerpo en la vía para que fuera atropellado.

Lamentablemente, la conclusión es clara: la maldad existe desde la más tierna infancia. Jon Venables y Robert Thompson así lo demostraron.