El Fantasma de la Autopista

“Fantasmas de la autopista” es el nombre que recibieron una serie de homicidios que tuvieron lugar en Estados Unidos entre 1971 y 1972. En estos años, seis mujeres y niñas fueron brutalmente asesinadas. Sus cadáveres aparecieron abandonados en la autopista Interestatal 295. Esta es la historia del primer asesinato en serie de Estados Unidos y de sus crímenes atroces.

Violencia, paranoia y un asesino sin identidad

El fantasma de la autopista fue el primer asesino en serie de los Estados Unidos. Mató a seis mujeres y niñas de diferentes edades y a algunas de ellas las violó y las torturó. También mutiló sus cadáveres. Los crímenes conmocionaron a la población, pero el homicida nunca pudo ser encontrado.

Carol Spinks

La primera víctima de este homicida desconocido fue la pequeña Carol Spinks. La noche de su asesinato, la niña solo tenía trece años. El 1 de mayo un grupo de niños que jugaba en la Interestatal 295 encontraron su cadáver, ya en estado de descomposición.

Carol Spinks salió de su casa, como tantas veces, para comprar algo en el 7-Eleven. Sin embargo, aquel día fue diferente. Por desgracia, la pequeña Carol nunca regresó de sus recados y, tras seis días de angustiante búsqueda, apareció brutalmente asesinada.

La autopsia del cadáver determinó que Carol había sido estrangulada. Además, su homicida la había sodomizado brutalmente y había cortado partes de su cara, su cuello, su pecho y sus manos. La muerte de la niña fue lenta y dolorosa: su asesino se había recreado torturándola.

El crimen De Carol Spinks fue el primer asesinato sin resolver de otros tantos que vendrían después. Había nacido un asesino en serie que estrangulaba, violaba y mutilaba a las mujeres por, según él, el odio desmedido que le hacían sentir.

Darlenia Johnson

Dos meses después, la joven Darlenia Johnson desapareció camino al trabajo. Era el 9 de julio de 1972 y solo tenía 16 años. Dado que el asesino de la autopista solo había actuado en una ocasión, nadie sospechó que pudiera tratarse del mismo modus operandi.

Pero lo cierto es que, casi semana y media más tarde, su cuerpo fue encontrado cerca de donde había sido hallado el cadáver de Spinks. La escena del crimen hacía temer lo peor: el fantasma de la autopista había vuelto a actuar.

A partir de aquí, las autoridades comenzaron a sospechar. La aparición de dos cadáveres en la misma zona y con semejantes signos de violencia empezaban a apuntar en una dirección: estaban ante un asesino reincidente.

Brenda Faye Crockett

La tercera víctima del criminal fue Brenda Faye Crockett. Su muerte fue diferente porque, en esta ocasión, el asesino obligó a la niña a llamar a su familia. En el momento de su secuestro, cuando se dirigía a hacer algunos recados, solo tenía diez años de edad.

Unas horas después de su desaparición, Brenda telefoneó a su casa. Según relató su madre, al parecer Brenda les dijo que había sido secuestrada por un hombre blanco. Todo lo que sabía la niña, y todo lo que pudo contar sobre su ubicación, es que estaba en Virginia. Sin embargo, Brenda no fue capaz de especificar el lugar exacto.

La segunda llamada fue todavía más inquietante. En ella Brenda preguntó si su madre la había visto. Simplemente eso. Los investigadores nunca entendieron aquella pregunta, aunque algunos creyeron que el secuestrador era conocido de la familia y podría haber sido visto con ella.

También se barajó la hipótesis de que el asesino simplemente estuviera intentando ganar tiempo. Lo cierto es que, ocho horas después, Brenda apareció tirada en la ruta 50. Como las anteriores víctimas, había sido brutalmente torturada y violada. Su secuestrador desconocido la había matado estrangulándola con una bufanda.

Nenomoshia Yates

Nenomoshia Yates fue asesinada por el fantasma de la autopista cuando solo tenía doce años. Su cuerpo apareció, al contrario que el resto de niñas, muy pocas horas después de su desaparición. Pero, por desgracia, corrió la misma suerte: el asesino en serie la estranguló después de violarla.

Brenda Woodard

Brenda fue la única víctima de mayor edad. Contaba con 18 años cuando se convirtió en la quinta mujer asesinada por el homicida desconocido de la Interestatal 295. Pero, en esta ocasión, la policía encontró en la escena del crimen una inquietante nota. En ella, el asesino manifestaba su odio por las mujeres y retaba a la policía a atraparlo. El pequeño papel, que estaba firmado por “el fantasma de la autopista”, fue el que le dio el sobrenombre.

Muchos años después, la investigadora Romaine Jenkins solicitó una prueba de ADN para tratar de extraer algún tipo de información de la nota. Pero el desconocimiento en la época sobre la custodia de indicios había convertido el trozo de papel en una prueba completamente inservible.

Diane Williams

Por desgracia, el asesino aún tuvo tiempo de actuar una vez más. Su última víctima fue Diane Williams, una mujer de 17 años que estaba volviendo a su casa tras pasar la tarde con su novio. A Diane se le perdió la pista en la parada del autobús y, de nuevo, apareció violada y estrangulada en la ya famosa Interestatal 295.

El asesino

El responsable de estos crímenes nunca fue encontrado, a pesar de que los investigadores se esforzaron por reconstruir el perfil psicológico del autor para tratar de atraparlo. Además, varias personas fueron seguidas de cerca, pero nunca hubo pruebas suficientes para incriminar a ninguna de ellas.

Con algunos sospechosos incluso se llegó a emplear el suero de la verdad para tratar de obtener una confesión. Lo cierto es que las víctimas, a día de hoy, no han encontrado justicia, y no se sabe si el primer asesino en serie de la historia de Estados Unidos continúa suelto y con vida. O si, en algún momento, decidirá volver a matar.

La historia de los crímenes de la Interestatal 295 conmocionó al mundo. A partir de entonces, la criminalística avanzó a pasos agigantados. De hecho, es probable que con las herramientas de hoy en día, este violento criminal no hubiera podido escapar de su condena.