La bomba atómica de Nagasaki acaba con la vida de miles de personas

La mañana del 9 de agosto de 1945, a las 11:02, la ciudad japonesa de Nagasaki es alcanzada por una bomba atómica, provocando la muerte de miles de personas en el acto. Algunos de ellos, supervivientes de Hiroshima.

Cuando aún Japón temblaba tras la bomba arrojada en Hiroshima apenas 3 días atrás, el ejército estadounidense lanzaba la bomba Fat Man, con plutonio en su interior y unas medidas de 3,25 metros de largo por 1,52 metros de diámetro.

Fue detonada a más de 500 metros sobre la ciudad, provocando una destrucción apocalíptica. El destello, superior en 10 veces a la luminosidad del Sol, trajo una explosión con una potencia de 20.000 toneladas de dinamita. La temperatura de 3.000 grados hizo que todo aquello situado a un kilómetro cuadrado fuera desintegrado. Tras la explosión, una columna de 18 km se alzó en el cielo, seguida de vientos de 1.500km/h que terminó de destruir lo poco que quedaba.

Fallecieron 70.000 personas al instante por el estallido, el tornado de escombros y la lluvia radioactiva. Con el paso de los años, se elevó la cifra a 180.000 personas debido a las quemaduras y efectos de la radioactividad.

Pero esa mañana del 9 de agosto, una ciudad más iba a ser bombardeada, Kokura. Una serie de contratiempos, como el retraso de uno de los aviones o el cielo encapotado que presentaba esta ciudad japonesa, hizo al B-29 norteamericano desistir y volver a su base.

Gran parte de la sociedad tachó a Estados Unidos de genocidas y de dar una respuesta desmedida y desproporcionada a un conflicto que ya estaba en vías de extinción. Incluso expresidentes de EE.UU. como Hoover o Eisenhower mostraron años después su repulsa por esta masacre al pueblo japonés.
“El uso de la bomba atómica, con su matanza indiscriminada de mujeres y niños, repugna mi alma”. Herbert Hoover
“No era necesario golpearlos de esa forma tan tremenda”. Dwight D. Eisenhower

Tras estas dos masacres, Japón se rindió a los aliados el 2 de septiembre de 1945, firmando la paz en la Bahía de Tokio. La Segunda Guerra Mundial había llegado a su fin.