La máscara mortuoria de Tutankamón, símbolo de la egiptología, sufrió el desprendimiento de su famosa barba durante una restauración en el Museo Egipcio de El Cairo. “La chapuza” como lo llaman algunos expertos, ha dejado visibles desperfectos en la famosa máscara.
Además de usar pegamento industrial para unir una obra de incalculable valor, el empleado trató de eliminar el pegamento sobrante raspándolo con una espátula y causando visibles destrozos en el rostro de la misma.
El hallazgo de esta obra de arte, supuso uno de los descubrimientos más interesantes de toda la historia, el rostro de hoja de oro de 54 cm de altura es uno de los atractivos turísticos más llamativos del Museo y de la ciudad de El Cairo.
Fuente: EL PAÍS
