Sigourney Weaver: Un repaso a su increíble carrera

Sigourney Weaver nació el ocho de octubre de 1949 en Nueva York (Estados Unidos). Es una de las actrices más reconocidas de la historia gracias a sagas como Alien. A lo largo de su carrera, ha participado en producciones de gran importancia, donde su capacidad actoral brilló con luz propia.

Sigourney Weaver, una excelente actriz y un referente de mujer empoderada

Desde su debut fue en 1976, Sigourney Weaver ha conseguido consagrarse como toda una leyenda del cine. Los años 80 le sirvieron para demostrar sus capacidades y consolidar su figura, que siempre estará ligada a la teniente Ripley. Haber participado en la saga Alien o en Cazafantasmas ha hecho que se la considere como la reina de la ciencia ficción.

Buena parte de la carrera de la actriz se llevó a cabo en unos años en los que las mujeres tenían papeles secundarios. Estas apenas disponían de espacio para poder demostrar su capacidad, pero Sigourney fue más allá. Demostró que ella podía ser tan fuerte y aguerrida como cualquier hombre. Todo un ejemplo a seguir por las siguientes generaciones y que continúa hasta la actualidad.

Primeros años e inicios

Su auténtico nombre es Susan Alexandra Weaver, hija de Sylvester “Pat” Weaver y Elizabeth Inglis. Su padre fue presidente de la cadena NBC y su madre una actriz británica que dejó su carrera por su familia. Desde bien pequeña, estuvo en contacto con las cámaras y el sector del cine. De hecho, mientras estudiaba en el colegio y posteriormente en la Universidad de Yale coincidió con otra de las grandes del cine: Meryl Streep.

Pasó buena parte de su vida en Nueva York, estudió en la Universidad de Stanford y obtuvo un máster de la Escuela de Arte Dramático de Yale. Todo este bagaje le sirvió para participar en algunas obras de teatro, cuyo primer papel reconocido fue en The constant wife. Luego se lanzó a la televisión en la serie Somerset para al año siguiente dar el salto al cine.

Su primera película, en la que consiguió un pequeño papel, fue Annie Hall, de Woody Allen. Pese a que la intervención duró un par de segundos, dos años después sería la protagonista de Alien, el octavo pasajero. Sigourney, que adoptó este nombre de un personaje de El gran Gatsby, aprovechó la oportunidad a fondo. Gracias al éxito de la película Ridley Scott, su carrera conseguiría despegar.

Ascenso al estrellato

El ascenso al estrellato se llevó a cabo a lo largo de dos décadas. En ellas, la actriz participó en diferentes obras de gran éxito incluso en la actualidad.

Década de los 80

El ascenso al estrellato de Sigourney comenzó muy pronto en su carreta. Su siguiente éxito fue El año que vivimos peligrosamente, película en la que actuó junto a Mel Gibson. Además, en ella la actriz demostró su versatilidad, algo que le resultaría de gran utilidad en el futuro. La década de los 80 sería en la que consolidaría su posición.

En 1984 participó en Cazafantasmas, otra cinta de culto de la ciencia ficción, y en Aliens, el regreso en 1986. Esta última le valdría su primera nominación a los Óscar a la mejor actriz. La segunda oportunidad en estos premios llegó con Gorilas en la niebla, que sí le permitió conseguir el Globo de Oro a la mejor actriz con un drama. Para finalizar la década, participaría en Cazafantasmas 2.

Década de los 90

Entrados los 90, participaría en diversas comedias, películas de terror o históricas. Este fue el caso de 1492: la conquista del paraíso, de 1992, en la que interpretaría a Isabel I de Castilla. También seguiría con su papel de Ellen Ripley en Alien 3 y Alien: resurrección. Sin embargo, estos dos filmes no tendrían la misma acogida que la original y su primera secuela.

En esta década tampoco faltaron las nominaciones a premios de renombre. Fue nominada a mejor actriz de reparto en los Globos de Oro por La tormenta de hielo. También a los Premios SAG y los Emmy por Blancanieves, un cuento de terror. Por último, en 1999 otra vez a los Globos de Oro por Mi mapa del mundo.

Sus proyectos más recientes

En los primeros 2000, participó en algunas creaciones de gran éxito entre el público y la crítica. En el 2004 tuvo un papel en El bosque de M. Night Shyamalan y en 2008 daría voz al ordenador Axioma en WALL-E. Pese a estas, Avatar se convertiría en su mayor triunfo de la década. En ella interpretaba a la Dra. Grace Augustine, uno de los personajes clave para la trama.

Tras su consagración en las anteriores décadas, en la de la década de los 10 su estela se dejó notar en varias apariciones. En la película Paul encarnaba al misterioso personaje de la «Gran Jefa», cuyo aspecto se mantiene oculto hasta el final. También tuvo un papel en La cabaña en el bosque o regresaba a la ciencia ficción de la mano Neill Blomkamp en Chappie. Incluso fue nominada a los Goya por su actuación en Un monstruo viene a verme, de Juan Antonio Bayona.

En los últimos años, Sigourney ha vuelto a encarnar algunos de sus papeles icónicos. Fue una vez más Dana Barrett en Cazafantasmas: Más allá y Grace Augustine en Avatar: el sentido del agua. Estos dos han sido los proyectos actuales en los que ha participado, pero en los que continúa destacando. A sus 74 años, sigue demostrando por qué es una de las mejores actrices de Hollywood.

Su versatilidad le ha valido la participación en todo tipo de filmes, siempre deslumbrando en pantalla. Hoy es un referente para cualquier mujer que quiera adentrarse en el mundo del cine. Consiguió abrirse paso en momentos difíciles para ellas y logró un éxito que pocos esperaban. Con la experiencia de cuatro décadas a sus espaldas, es normal que se la considere toda una leyenda viva.

En definitiva, Sigourney Weaver es una de las actrices más destacadas de la historia. Su talento está fuera de todo cuestionamiento, el cual la ha convertido en la reina de la ciencia ficción. Haber obtenido tales logros, partiendo de un género que hasta hace unos años era secundario, merece un fuerte reconocimiento. Sin duda, uno de los ejemplos a seguir.