Antes de 1960, las películas de terror eran más discretas y seguían unas estructuras narrativas mucho más convencionales que nunca se atrevían a cruzar la línea hacia el mundo de los tabúes extremos. En la década de los 60 un puñado de cineastas rebeldes obligaron a las juntas de calificación en una posición complicada, presionados para condenar o hasta prohibir el estreno de películas que muchos grupos defensores consideraban «moralmente incorrectas».
En 1960 se estrenaron PSICOSIS y EL FOTOGRAFO DEL PANICO, dos películas pioneras que dejaron al público mainstream en estado de shock. Estas dos cintas que rompieron un sinfín de tabúes fueron recibidas con reacciones desfavorables, y hasta esta última fue prohibida en su país natal, destrozando la carrera de uno de los mejores directores de todos los tiempos , Michael Powell. En el caso de PSICOSIS, el estudio tenía tan poca fe en la cinta que Hitchcock tuvo que financiarlo de su propio bolsillo, canjeando su salario por una participación del 60% de la película. Resultó ser un error tremendo para Paramount. La película fue un éxito rotundo, rompiendo los tabúes del pasado, no sólo con sus escenas de violencia sin precedentes, sino también en relación con la sexualidad- En definitiva, Powell y Hitchcock allanaron el camino para un espíritu más abierto en el mundo del cine.
Mientras que las susodichas películas y otras tantas como LOS PAJAROS o LA NOCHE DE LOS MUERTOS VIVIENTES capturaron la conciencia pública, lamentablemente, muchas grandes cintas de terror de los años 60 han sido olvidadas con el paso de los años. Por lo tanto, esperemos que nuestra lista de películas de terror menos conocidas de la época sirva para refrescar la memoria o para descubrir algunas joyas que ni siquiera sabías que existían.
EL CARNAVAL DE LAS ALMAS (1962)
Esta película independiente dirigida por Herk Harvey comienza con una mujer que sobrevive a un accidente automovilístico traumático. Desde ese momento está acechada, y le resulta casi imposible distinguir entre lo que es real y lo que es un producto de su imaginación. Escalofriante desde el principio hasta el fin, esta película rodada en blanco y negro hace excelente uso de las sombras y espacios muertos para dejar al espectador sintiéndose aislado y desapegado. La banda sonora también añade otra capa de terror, haciendo de EL CARNAVAL DE LAS ALMAS una excelente película para revisitar o descubrir por primera vez.
EL VERDUGO ESCARLATA (IL BOIA SCARLATTO) (1965)
El título en inglés, BLOODY PIT OF HORROR (POZO SANGRIENTO DE TERROR) lo dice todo. EL VERDUGO ESCARLATA es todo una fiesta de sangre procedente de la época en que se inventó por primera vez el susodicho tropo. Esa película italiana sigue la historia de un fotógrafo y sus modelos que visitan a un antiguo castillo para realizar algunas fotos sensuales para confeccionar una fotonovela. Pero en realidad el castillo está habitado por un lunático que se piensa que es el espíritu reencarnado de un verdugo del siglo XVII cuyo trabajo es proteger su morada de los intrusos. EL VERDUGO ESCARLATA mezcla el gore con el erotismo de una manera que, muy a nuestro pesar, solo pudimos disfrutar en la época del terror cursi de los años 60.
PLAN DIABÓLICO (1966)
PLAN DIABÓLICO de John Frankenheimer es una alegoría inconformista sobre el envejecimiento. Aunque es más bien un thriller, tiene una infinidad de elementos de películas de terror. Incluye una llamada telefónica de un hombre muerto, hay una sociedad secreta con su sede central situado debajo de un matadero, y múltiples cirugías e identidades escondidas con vendajes. Y si eso fuera poco, el director de fotografía, James Wong Howe utiliza una gran variedad de lentes para apretar la sensación de terror y te hace dudar si lo que estás viendo es real. De hecho, hay mucha gente que argumenta que esta técnica influyó mucho en la escena de violación del demonio en LA SEMILLA DEL DIABLO unos dos años después.
LA HORA DEL LOBO (1968)
La única película de terror que rodó Ingmar Bergman cuenta la historia de un artista al borde de la locura. LA HORA DEL LOBO se refiere al momento entre la noche y la mañana cuando la mayoría de la gente muere, cuando el sueño es más profundo, cuando las pesadillas son más reales, y es justo en ese momento que el protagonista le cuenta a su esposa acerca de sus recuerdos más dolorosos y deseos reprimidos. La fotografía de Sven Nykvist logra transmitir una sensación muy perturbadora de la locura, mezclando alucinaciones con la realidad. Pero la dirección y guión de Bergman son muy complejos, con capa tras capa de simbolismo que convierte la cinta en una lúcida pesadilla para el espectador.
LOS ASESINOS DE LA LUNA DE MIEL (1969)
Rodado casi como un documental, sonido muy irregular y una puesta en escena de un principiante, LOS ASESINOS DE LA LUNA DE MIEL de Leonard Kastle y Donald Volkman fue la película de asesino en serie más aterradoramente realista de su época. Kastle presenta los acontecimientos con tanta naturalidad que te hace sentir como si estuvieras en la sala de estar siendo testigo de estos asesinos «de corazones solitarios» cometiendo asesinato tras asesinato. A diferencia del cine Giallo que lo precedió o la consiguiente ola de slashers de los años 70, LOS ASESINOS DE LA LUNA DE MIEL aspira a todo menos al estilo y elegancia. De hecho, el presupuesto era tan reducido que el director originalmente contratado, un tal Martin Scorsese, fue despedido porque perdía demasiado tiempo rodando escenas caprichosas y simbólicas que ralentizaban la producción. El resultado final fue una extraña especie de película de principiante que resultó ser increíblemente revolucionaria por la época.
