De un tiempo para acá la palabra coach se ha colado en nuestro día a día. Coach significa entrenador pero no entendido como persona que entrena a otro en lo referente a actividades deportivas. Se trata de un profesional que se centra en mejorar el rendimiento de su cliente. No le impone límites de rendimiento ya que es el cliente el que debe definir sus propias metas y acciones. El coach actúa como modelo de conducta pero nunca da consejos ni advertencias promoviendo siempre el razonamiento antes de la acción. Trabaja con paciencia adaptándose a la agenda de sus clientes, metas y objetivos que este quiera conseguir. Ésta es una de las razones por la que el coach está en constante aprendizaje.
Ahora que ya sabemos qué es un coach nos preguntamos ¿Necesitaremos nosotros un entrenador personal? La respuesta será afirmativa si somos personas que no nos conformamos con lo que somos y queremos crecer y hacer las cosas de manera más sencilla. Si somos de esos que nos pasamos la vida pensando: si tuviera tiempo haría…, si tuviera dinero me compraría… y si fuera como… conseguiría… pero somos incapaces de pasar a la acción. Sólo debemos tener claro que estamos deseosos de ser o tener aquello que tanto esperamos de nosotros mismos o de nuestro trabajo y estamos dispuestos a hacer la posible para lograrlo. Es entonces cuando debemos ponernos en contacto con un coach.
Mujeres, hombres, trabajadores, parados, estudiantes, amas de casa, ejecutivos todos podemos conseguir nuestras metas con la ayuda de un coach. Existen diferentes tipos de coaching según el perfil de cada persona: personal, ejecutivo, empresarial, de carrera, de jubilación, de transición, para el cambio de empleo, para las finanzas…
Los interesados en el coaching ejecutivo pueden asistir a «Euroforum: una visión ejecutiva sobre el coaching» que se celebra en febrero de 2010. Los asistentes estarán en contacto con personas que han recibido o impartido coaching y podrán descubrir como éste es una herramienta para el aprendizaje y desarrollo empresarial.
