Neil Armstrong: el primer hombre en la Luna en 10 claves

Hacer realidad la primera incursión exitosa del ser humano a la Luna es una cosa. Pero ser, literalmente, el primer hombre que pisa la superficie lunar como quien sale a tomar el aire (aunque está claro que no fue ningún paseo), es harina de otro costal. Neil Armstrong, el comandante del Apolo 11, era consciente de que el mundo le observaba mientras cambiaba el curso de la historia el 21 de julio de 1969. Por eso no dudó en dejar una imagen y una frase para la posteridad. La magnitud de su gesto le garantizaba a él, a Buzz Aldrin y a Michael Collins, ser reconocidos y recordados por la suya y muchas, muchísimas más generaciones.

Con motivo del 50 aniversario del alunizaje tripulado más celebre de todos, canal Odisea te invita a disfrutar de su programación temática este mes de julio con documentales de estreno cada sábado a las 22:30 en el especial LA CONQUISTA DE LA LUNA. Y para empezar este viaje espacial por todo lo alto y bien preparad@, te damos 10 claves para conocer en profundidad a Neil Armstrong, EL astronauta por excelencia:

1- En una breve biografía… Neil Alden Armstrong nació el 5 de agosto de 1930 en Wapakoneta, (Ohio, EEUU). Estudió en la Universidad Purdue con una beca del Plan Holloway de la Armada de los Estados Unidos y se graduó en ingeniería aeronáutica. Sirvió en la guerra de Corea como piloto, trabajó de piloto de pruebas y, por supuesto, como astronauta desde 1962. También llegó a impartir clases en la Universidad de Cincinnati como profesor del Departamento de Ingeniería Aeroespacial e incluso visitó el polo norte con el explorador Sir Edmund Hillary, otro pionero (en este caso, en ascender el monte Everest).

2- Burlando a la muerte. Neil Armstrong fue un hombre con mucha suerte teniendo en cuenta su participación en la guerra de Corea, los múltiples peligros a los que se enfrenta diariamente un piloto de pruebas (sobrevivió a varios accidentes de avión), y ya no digamos los riesgos que entraña ser enviado al espacio. También salió ileso de un incendio que arrasó su vivienda en Texas. Armstrong estaba hecho de otra pasta y no sería extraño que la NASA no le hubiera dado muchas vueltas a la hora de ponerle al mando de la misión Apolo.

3- Un triste capítulo. Armstrong se casó con la estudiante de economía domestica Janet Elizabeth Shearon el 28 de enero de 1958. El matrimonio tuvo tres hijos: Eric, Karen y Mark. Por desgracia, la tragedia es inherente a la misma existencia y la vida no iba a reservarse sus golpes ni siquiera para el primer hombre en la Luna. Con apenas 2 años, a la pequeña Karen se le diagnosticó un tumor maligno en el tronco del encéfalo que redujeron con rayos X. El tratamiento la debilitó y murió a causa de una neumonía en 1962. Un capítulo muy doloroso en la vida de Armstrong que sin duda fue determinante para el comandante al afrontar tan difícil misión.

4- Compañeros de viaje. Estaba claro que el mayor número de visitas a los archivos se lo iba a llevar el comandante del Apolo 11 y el primero en poner el pie sobre la superficie rocosa de nuestro satélite. Pero el mundo también se acuerda (o, en su defecto, debería acordarse), del resto de integrantes de una tripulación icónica. Nos referimos al piloto del módulo lunar Eagle, Buzz Aldrin (de nombre completo Edwin E. Aldrin Jr.), el segundo en «pisar», y al piloto del módulo de mando Columbia, Michael Collins. Resulta memorable la audiencia que tuvieron los tres astronautas hace exactamente una década con el entonces presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, con motivo del 40 aniversario de la llegada a la Luna.

5- Galardones. Se le concedió la Medalla de Honor Espacial del Congreso en 1978, la cual le entregó el presidente Jimmy Carter; y en 2009, le otorgaron la Medalla de Oro del Congreso de los Estados Unidos. Además, tanto Amstrong como Aldrin y Collins fueron galardonados en su momento con la Medalla Presidencial de la Libertad por el presidente Richard Nixon.

6- La famosa cita. Si estás entre los que citan la famosa frase de Armstrong al pisar la Luna así : «Es un pequeño paso para el hombre, pero un gran salto para la humanidad», sentimos decirte que eso no fue exactamente lo que dijo el comandante del Apolo. Como muchas otras citas célebres, ha sufrido pequeñas modificaciones fruto del paso del tiempo. Y puede que esto se deba a que, de hecho, durante años se creyó que realmente decía «el hombre», lo cual resultaba algo extraño. Finalmente, se ha demostrado que la grabación no captó con claridad que lo que en realidad dijo fue «un hombre», resultando la auténtica cita en: «Es un pequeño paso para un hombre, pero un gran salto para la humanidad».

7- El otro discurso. Muchas cosas pueden torcerse tanto dentro como fuera de la atmósfera terrestre. ¿Sabías que Richard Nixon tenía preparado un discurso alternativo en caso de que la misión fracasara? Y no nos referimos al mero hecho de no cumplir su principal objetivo, sino a la posibilidad de que Armstrong y su tripulación no volvieran sanos y salvos a casa. Este discurso incluía pasajes como: «En tiempos antiguos, el hombre miraba a las estrellas y veía héroes en las constelaciones. En tiempos modernos hacemos lo mismo, pero nuestros héroes son hombres épicos de carne y hueso». Por muy oscura que parezca la anécdota, no es algo inusual teniendo en cuenta todo lo que puede fallar en un viaje espacial, aún con la minuciosidad del programa Apolo (que el cohete reviente, que el traje espacial tenga algún defecto…). Afortunadamente, el discurso de reserva quedó tan solo en eso, en una historia interesante que contar.

8- Rectificación a tiempo. Y si se pudo evitar algún que otro accidente, también fue gracias al comandante de la misión. Armstrong demostró que su formación y entrenamiento no habían sido en vano cuando se percató de que el ordenador del módulo lunar les enviaba directamente a un cráter enorme. Sus maniobras consiguieron que el módulo aterrizara sin más lamentaciones en la zona del Mar de la Tranquilidad, una denominación muy apropiada en ese momento. Podríamos decir que su habilidad y destreza son en parte responsables de todo cuanto aconteció después.

9- Escándalo paralelo. Al tiempo que Armstrong, Aldrin y Collins dejaban a la humanidad sin aliento allá arriba, en tierra firme la luz de los focos también se posaba sobre Ted Kennedy, que en ese momento hacía carrera por ocupar el «trono político» de sus hermanos mayores, John y Robert. El 18 de julio de 1969, tan solo 2 días antes del alunizaje, el senador se vio implicado en un accidente de coche en el que murió la joven Mary Jo Kopechne, de 28 años y miembro de su equipo de campaña. Él conducía, el coche se precipitó a un río, abandonó la escena y no dio aviso a las autoridades hasta la mañana siguiente. Kennedy intentó aprovechar el tirón del viaje a la Luna para desviar la atención y encumbrar una, al fin y al cabo, iniciativa de su familia. Pero ya era tarde en lo que concernía a su reputación.

10- En la gran pantalla. La proeza de Neil Armstrong y su equipo se ha adaptado al cine en numerosas ocasiones. Recientemente, hemos podido ver ‘First Man’ (2018), una dramatización de la biografía de Amstrong entre 1961 y 1969 dirigida por Damien Chazelle y protagonizada por Ryan Gosling. Y, ahora mismo, se está promocionando el que ya se considera el documental definitivo sobre el primer hombre en la Luna, ‘Apolo 11’ de Todd Douglas Miller: el resultado de la recopilación y restauración digital de miles de horas de metraje que recogieron los hechos.

Neil Armstrong nos dejó el 25 de agosto de 2012 a causa de complicaciones de un baipás coronario. Pero la estela de su «paso» por la Tierra y, claro está, también la Luna, prevalece. Porque cómo no homenajear al rostro de un hito como este en un 50 aniversario que hace historia. Recuerda que puedes celebrarlo durante todo el mes de julio con los documentales de estreno de nuestro ‘Especial la conquista de la Luna’ cada sábado a las 22:00. ¡Solo en Odisea!

Fuentes: muyinteresante / El País