Después de años de cría y repoblación, el oso panda gigante al fin ya no es un animal en peligro de extinción.
Décadas es lo que el gobierno chino ha empleado para que el oso panda gigante, deje de estar fuera de la lista de animales en peligro de extinción duplicando su población.
Si bien en el pasado este animal ocupó todo el sur y este de China, el crecimiento de las ciudades y fábricas redujo a unas pocas zonas el hábitat disponible para ellos.
En China vieron peligrar su animal más emblemático, cayendo hasta 1.200 ejemplares en los 80, fue por ello que una de las primeras medidas que implementaron fue promulgar la Ley de la Vida Silvestre que entre otras cosas, prohibía el comercio de la piel de este animal. Se crearon a su vez reservas naturales para el oso panda y utilizando la reproducción asistida aumentaron en un 17% su población.
Actualmente existen 2.064 osos panda viviendo en la naturaleza, en zonas controladas para evitar su caza, pero los expertos ya avisan que si el calentamiento global sigue así, en solo 80 años podrían desaparecer, ¿por qué?. El aumento de temperatura, que aunque parece ínfimo es una realidad año tras año, haría imposible que el bambú crezca. El oso panda consume al día de 12 a 38 kg de bambú y esta planta compone el 99% de su alimentación. El bambú les da la energía que necesitan y si carecen de ella, morirían de hambre. Por ello es fundamental promulgar leyes y medidas para que el planeta siga calentándose y por tanto viendo mermada su fauna y flora, si no en unos años muchos mas animales se sumarán a la fatídica lista de animales en peligro de extinción. Mientras tanto, la reproducción en cautiverio podría ser un parche a este problema pero no es una solución.
Ya se ha demostrado que si los gobiernos quieren, se puede. El siguiente paso está claro, frenar el cambio climático con medidas reales, para no sólo evitar que más animales se extingan sino para preservar el planeta, que al fin y al cabo, es nuestro y la herencia mas importante para el futuro.
