En SundanceTV llevamos todo el mes de junio celebrando la diversidad con una programación especial dedicada al cine más atrevido y vibrante. El pasado domingo 24 estrenamos The best day of my life, un documental de Fernando González Molina coproducido por SundanceTV en el que se narran las experiencias de seis personas que se atreven a vivir y celebrar lo que son con orgullo, alegría y compromiso. La vida de estas personas es bien distinta: vivir en Rusia o en Francia supone un hecho diferencial para poder disfrutar de su propia libertad, así que para muchos de ellos será la primera vez que puedan disfrutar sin ataduras del Día del Orgullo. Seis historias personales que nos emocionan y que, en esta semana tan especial, queremos completar con estas otras 5 películas imprescindibles para celebrar por todo lo alto un día tan importante.
Antes que anochezca, de Julian Schnabel (2001)
Si el cine debe servir también para poner en valor y destacar el trabajo tanto artístico como político de personas cuyo legado corre peligro de caer en el olvido, sirva Antes que anochezca como ejemplo perfecto de cómo hacerlo. El retrato de la vida del poeta y activista Reinaldo Arenas, desde su nacimiento en la Cuba rural hasta su exilio y muerte en los Estados Unidos, nos descubre a un hombre comprometido con la libertad que tuvo que luchar contra la pobreza, la censura y la intransigencia. Colaborador de la revolución cubana en sus inicios, fue perseguido por su homosexualidad y por sus críticas al gobierno. Dirigida por el realizador neoyorquino Julian Schnabel, el alma de la película es, sin duda, Javier Bardem, cuya emotiva interpretación le catapultó a la fama y le valió su primera nominación al Oscar.
Weekend, de Andrew Haigh (2011)
Con un estilo a medio camino entre el documental y el cine de Richard Linklater, el director inglés Andrew Haigh nos contaba la historia de Russell y Glen, dos jóvenes que se conocen una noche de viernes en un club gay y que empiezan una relación de fin de semana. Entre conversaciones, confesiones y momentos íntimos, los dos se van abriendo y van descubriéndose poco a poco. Dotada de una sensibilidad arrolladora, Weekend es una de las películas románticas más delicadas y precisas a la hora de definir el amor y sus insospechados recovecos.
Los chicos están bien, de Lisa Chodolenko (2010)
El cine ha tendido a retratar relaciones y parejas homosexuales masculinas. Parece que las historias de mujeres, como en tantos otros ámbitos, han quedado olvidadas. Por eso reivindicamos Los chicos están bien, una comedia de Lisa Chodolenko que muestra como la tranquilidad familiar se desestabiliza cuando los hijos de la pareja interpretada por Annette Benning y Julianne Moore empiezan la búsqueda de su padre biológico, Mark Ruffalo, que aparece poner patas arriba sus rutinas.
Tangerine, de Sean Baker (2015)
Quizás por lo insólito de su propuesta visual (la película fue grabada usando tres teléfonos iPhone 5s) o por el magnetismo de sus protagonistas, el joven director Sean Baker se hizo un hueco en todos los corrillos indies con Tangerine. Fresca, atrevida, deslenguada, insólita, deliciosa, emotiva… la reunión entre la prostituta transgénero Sin-Dee Rella y su amiga Alexandra después de pasar un año en la cárcel nos muestra la cara B de Hollywood sin caer en el cliché ni en la estigmatización de unos personajes que rebosan ternura y arrojo. Además, Baker contó para los papeles principales con Kitana Kiki Rodríguez y Mya Taylor, dos actrices transgénero, en una manera de dar visibilidad a este colectivo.
El diputado, de Eloy de la Iglesia (1978)
En un país todavía ranqueante en cuanto a derechos civiles como la España de finales de los 70, Eloy de la Iglesia se atrevía a llevar a la pantalla la historia de un diputado homosexual de un partido de izquierdas. AnteJunto con Un hombre llamado Flor de Otoño, de Pedro Olea, fue una de las primeras películas de la Transición que abordó de forma abierta la homosexualidad y, casualmente, ambas están protagonizadas por un actor imprescindible para entender el nuevo cine español postfranquismo: José Sacristán.
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