5 títulos del cine iraní que no te puedes perder

El cine iraní se comenzó a desarrollar tal y como lo conocemos hoy en día a partir de la década de los 90. Desde entonces, ha influido de manera directa en el reconocimiento internacional del séptimo arte. Su presencia en los festivales internacionales y los galardones a su cinematografía son destacables.
Repasamos cinco películas del cine iraní que no puedes dejar de ver:

1.- Nader y Simin, una separación (Asghar Farhadi, 2011)

La maravillosa cinta dirigida por Asghar Farhadi ha sido merecedora de múltiples premios, entre ellos, el Oso de Oro en Berlín así como el Oscar a la mejor película de habla no inglesa en los Premios de la Academia. Con el Irán actual como telón de fondo, Nader y Simin, una separación, muestra la historia de Nader, un hombre que tras ser abandonado por su esposa (Simin), busca la ayuda de una mujer para que cuide a su padre, enfermo de Alzheimer. Pero Nader pronto entrará en conflicto con el mundo de Razié y las consecuencias en su entorno, su cultura y, en definitiva, su vida, serán demoledoras.

2.- El color del paraíso (Majid Majidi, 1999)

Mohammad es el protagonista de esta bella historia: un pequeño de 8 años que sufre ceguera crónica. Su padre, viudo y dispuesto a rehacer su vida no está dispuesto a que su hijo suponga un obstáculo en sus metas cuando éste termina su curso escolar en Teherán y tiene que volver a convivir con la familia. Gracias a un brillante reparto coral que rodea el universo de Mohammad (su abuela, sus hermanas, sus maestros…), el niño aprenderá a enfrentarse a la vida y a disfrutar de los pequeños placeres. Majidi logró numerosos premios por su trabajo en esta película, entre ellos, a mejor película en el Festival de Montreal.

3.- Buda explotó por vergüenza (Hana Makhmalbaf, 2007)

La pequeña y adorable Baktay, una niña afgana de seis años, tiene un deseo. Y ese deseo no es otro que acudir a la escuela y formarse. Como si de un documental se tratase, Makhmalbaf creó (con tan solo 17 años) un universo amargamente real en el que se muestra la cruda realidad de una sociedad en la que algo tan simple como la educación es para muchos un auténtico lujo. Una inolvidable historia cargada de tensión, ternura y, ante todo, crítica, que se alzó con el Premio Especial del Jurado en el Festival de San Sebastián.

4.- El sabor de las cerezas (Abbas Kiarostami, 1997)

Abbas Kiarostami, considerado el mejor cineasta iraní de todos los tiempos, se consagró a nivel internacional con El sabor de las cerezas, cuando el Festival de Cannes premió su largometraje con la Palma de Oro. El protagonista de esta historia, un hombre de mediana edad, quiere acabar con su vida. Pero antes de suicidarse debe dejar resuelto un asunto y es que alguien tiene que comprometerse a enterrar su cuerpo cuando él ya no esté. De esta manera, conoce a infinidad de personajes en un árido recorrido personal de gran melancolía y dramatismo.

5.- Las tortugas también vuelan (Bahman Ghodabim, 2004)

De nuevo con niños como protagonistas (rasgo común en gran parte del cine iraní) Las tortugas también vuelan perfila la realidad de un pequeño pueblo del kurdistán iráquí. En él, un grupo de niños arriesgan a diario sus vidas desactivando las minas que encuentran a su paso con el fin de venderlas más tarde. Al mismo tiempo, se desarrolla la trama en torno a los ataques de Estados Unidos contra Irak. Ghodabim levantó la Concha de Oro en el festival de San Sebastián. Desgarradora y muy dolorosa, Las tortugas también vuelan es toda una llamada de atención a la sociedad.

Fuente imagen principal: filmaffinity.com

Fuentes: losthighwayblog.blogspot.com.es / imdb.com