Día Internacional del Beso | Besos de cine para recordar

Hoy, 13 de abril, se celebra el Día Internacional del Beso. Está claro que el amor es algo que celebrar todos los días del año, pero hoy en concreto queremos recopilar algunos particulares besos de película que nos encantan.

¿Cuáles más añadirías a la lista?

De aquí a la eternidad

Arrancamos nuestra lista con este beso de pura pasión. Burt Lancaster y Deborah Kerr protagonizaron en 1953, bajo la dirección de Fred Zinnemann, uno de los besos más tórridos y emotivos de la historia del cine. En la orilla del mar, con las olas rompiendo sobre la pareja, el sargento Warden (Lancaster) besaba así de apasionado a la mujer de su capitán en esta bélica cinta ganadora de nada más y nada menos que 8 Premios Óscar, incluyendo mejor película.


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Brokeback Mountain

El reencuentro entre Ennis (Heath Ledger) y Jack (Jake Gyllenhaal) en la brillante Brokeback Mountain es uno de los momentos más intensos que nos ha dejado el cine de la última época. Los dos famosos pastores entre los que surge una inolvidable historia de amor se niegan a aceptar social y públicamente su homosexualidad.

Por ello, ese beso espontáneo, prohibido y casi violento en su reencuentro cuatro años después de su aventura, produce tal explosión de sentimientos en el espectador que casi parecemos ser partícipes de él. Muchos consideran a este beso como uno de los mejores de toda la historia del cine.


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El Padrino II

He aquí un beso algo particular. En este caso no es precisamente el amor lo que se celebra en la obra maestra de Francis Ford Coppola ya que, en la Camorra italiana, recibir un beso en los labios en algunas ocasiones simboliza la muerte… De esta manera, el beso que recibe Fredo (John Cazale) por parte de Michael (Al Pacino) en la fiesta de vísperas de Año Nuevo en La Habana, no auguraba muy buenos planes. «Sé que fuiste tú Fredo… me rompiste el corazón». Con estas palabras y la consiguiente «muestra de cariño», el hijo de Don Vito Corleone deja por zanjadas sus intenciones en la segunda entrega de El Padrino.



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Cisne Negro

La ganadora del Óscar a mejor actriz principal Natalie Portman encarnó a la joven bailarina Nina en la gran obra de Darren Aronofsky Cisne Negro. En ella, Nina sufre progresivamente un desdoblamiento psicológico cuando prepara su audición para interpretar a la Reina Cisne en el ballet de El Lago de los Cisnes, teniendo que encarnar en dicha obra a Odile y Odette (el bien y el mal).

 El beso entre Portman y Mila Kunis en esta onírica escena del film fue de lo más comentado en su estreno en 2010. A lo que asistimos, realmente, es a la consumación entre la pura Nina y su lado más oscuro, representado en este caso en la personificación de su pícara compañera de escuela.


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Amélie

Está claro que el beso entre Amélie (Audrey Tautou) y Nico (Mathieu Kassovitz) es original, tierno y totalmente inolvidable. Amélie no es una chica cualquiera; su personalidad arrolladora y única queda marcada durante toda la película y el gran final de esta historia de amor no iba a ser para menos. Cuando Nico llega a casa de Amélie y toca la puerta, ella no se lanza apasionadamente a él para fundirse en el típico beso de amor.

Los pequeños besos que la joven le da, primero en la comisura de los labios, luego en el cuello y, por último, en el párpado (haciéndole después a él seguir los mismos pasos), conllevaron a una de las escenas más románticas y dulces recordadas en la gran pantalla.


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Moonrise Kingdom

La obra de Wes Anderson escrita junto a Roman Coppola cuenta con un elenco coral donde destacan nombres como Edward Norton, Bill Murray o Frances McDormand. Nosotros vamos a centrarnos en los pequeños Sam y Suzy (Jared Gilman y Kara Hayward), dos adolescentes que han estado correspondiéndose por carta durante todo un año y que, al coincidir de nuevo, llevan a cabo su plan: huir juntos de sus respectivas vidas. Así, se marchan de excursión durante varios días y, tras bailar en la orilla de la playa, se besan.


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Mommy

La ganadora de la Palma de Oro en el Festival Internacional de Cine de Cannes en 2014 es una de las obras más brillantes del joven Xavier Dolan. El director y actor canadiense dirige este drama que gira en torno a Steve (Antoine Olivier-Pilon), un adolescente con trastorno de de déficit de atención con hiperactividad y su madre soltera, Diane (Anne Dorval).

Cuando Steve es expulsado por mal comportamiento del centro donde residía, Diane se ve sola y con un problemático adolescente del que hacerse cargo. Cuando Diane pierde su trabajo, Steve le planta a su madre un curioso beso para consolarla, con la palma de su mano de por medio, como si hiciese las veces de hijo y enamorado.


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¡Feliz Día Internacional del Beso!