Festival de Cine de Berlín 2016 | El después, por Daniele Grieco

¡Vaya viaje!

Imaginaros si la película del director Lav Diaz, A Lullaby for the Sorrowful Mystery, acerca de la libertad del pueblo filipino y con una duración de 8 horas, hubiera ganado el Oso de Oro–igualmente merecido- ¡no habría sido ni siquiera el trabajo más largo de su filmografía! La mayoría de la gente estaría volviéndose loca diciendo absurdeces al respecto. Pero que nadie olvide que la película ha sido seleccionada en esta edición para la competición oficial, dejando ver una vez más en que la Berlinale rompe con el convencionalismo en los trabajos que expone.


Lav Diaz y John Lloyd Cruz | Fuente: berlinale.de

Por otra parte, si la película hubiese ganado, probablemente hubiese significado la separación de la Berlinale con la mayoría de su audiencia y con lo que ésta quiere ver, habiendo trazado un camino a convertirse en un museo de cine “arte”, a pesar de que otra gran parte del público asiduo seguiría consumiendo este tipo de películas.

Para poner este tema en perspectiva –teniendo en cuenta que ni siquiera podría caber la película en un DVD corriente –parece que la ganadora del Oso de Oro, Fuocoammare, ha sido la opción más conservadora. La película está bien elaborada, es algo más corta que algunas de las otras películas en competición y tampoco hubiese sido una sorpresa para nadie (sin ir más lejos, releyendo mi último artículo se puede corroborar) que una apuesta segura como esta se alzase como la favorita para los seguidores del festival.


Jurado de la 66ª edición de la Berlinale | Fuente: promipool.de

El jurado internacional, encabezado por Meryl Streep y del que formaban parte actores como Clive Owen, Lars Eidinger, Alba Rohrwacher, la directora Malgorzata Szumowska, la fotógrafa Brigitte Lacombe y el crítico de cine Nick James, tuvo que juzgar y seleccionar ocho películas para un total de ocho premios. Si revisamos la lista de ganadores, podemos ver que es una lista bastante ecléctica. Por ejemplo, el segundo puesto, el Gran Premio del Jurado, fue para el también drama político Death in Sarajevo, de Danis Tanovic. Por suerte, las ya mencionadas películas “no convencionales” no se fueron a casa con las manos vacías. A Lullaby for the Sorrowful Mystery se hizo con el Premio Alfred Bauer –reservado para películas que se abren a nuevas perspectivas. Trine Dyrholm, de The Commune, recibió a su vez el Oso de Plata a la mejor actriz y el actor Majd Mastoura cautivó al público por su papel en la tunecina Hedi, también haciéndose con el Oso de Plata correspondiente.

En dos secciones adicionales, Kater (Tomcat) del director austríaco Händl Klaus fue galardonada con el Premio Teddy, que rinde homenaje a las películas que promueven la igualdad homosexual; y el drama procedente de Letonia Es esmu seit (Mellow Mud) ganó el premio en la sección Generation 14plus, que rinde homenaje a las películas que ponen en relieve a las generaciones más jóvenes.


Elina Vaska en Es esmu seit | Fuente: berlinale.de

Así que incluso si esta lista de premios suena un poco como un complicado manual para realizar relaciones culturales internacionales, hay un par de cosas que sí son bastante evidentes. En primer lugar, nadie puede llamar parcial al jurado del festival hacia las propuestas alemanas. En segundo lugar, es que los miembros del jurado del Festival de Cine de Berlín deben ser plenamente conscientes de lo que se espera de ellos, y es que las películas no deben ser juzgadas en cuanto a lo que mejor o peor va a atraer a las masas a los cines.

Lo que todas las películas de la Berlinale tienen en común es que expresan muy bien lo que el cine puede llegar a ser. Lo cual no es necesariamente malo, ya que entonces se podría argumentar que lo mismo ocurre con las películas que compiten por los Óscars.

En mi caso, mi película favorita de esta edición de la Berlinale no fue seleccionada para competición: El diario de Ana Frank, dirigida por Hans Steinbichler que supuso el descubrimiento de un precioso nuevo talento: Lea van Acken. La primera adaptación alemana de la famosa historia de Ana Frank es totalmente apasionante y se ha hecho llegar al público alemán tan efusivamente como en su día ocurrió con La Vida de los Otros hace diez años (¡diez años!) llegando a todas las partes del mundo. Parece que en ocasiones los productores prefieren salirse de la carrera por el Oso- pero aún así, presentar su película en la Berlinale  supone de por sí un escaparate a nivel internacional para la película. Espero que esto conlleve un gran despegue para la película de Steinbichler.


Lea van Acken en El diario de Ana Frank | Fuente: berlinale.de

 Espero que esto conlleve un gran despegue para la película de Steinbichler.

En cuanto a mí, el Festival de Berlín de este año ha sido un viaje apasionante. Personalmente, estoy deseando viajar de vuelta a Colonia, mi ciudad natal… ¡y recuperar todas las horas de sueño!

Espero que hayan disfrutado la lectura.

Por Daniele Grieco

 


Daniele Grieco es un director de cine independiente y cabeza del departamento de producción de la cadena de televisión KinoweltTV. Entre sus films destacan The Last Giants, Die Präsenz. Su próximo proyecto es UFO.