Es difícil definir la carrera de Evan Rachel Wood. Lo es primero porque la actriz siempre ha repudiado la primera línea, pese a que su belleza le abría todo tipo de posibilidades. De esta forma, algunas de sus decisiones vitales y profesionales han ido en consonancia, algo que le ha limitado a todos los niveles.
Tras un arranque fulgurante, en la que se convirtió en otra adolescente con potencial, pronto dio muestras de que era una actriz difícil, poco apegada a los flashes y al papel cuché. Tras varios éxitos que la apuntaban como una estrella en ciernes, salió del primer plano y fue protagonista de algún tipo de escándalo ligado a compañías no demasiado ortodoxas.
Fue el serial de HBO True Blood con el que volvió a centrar las miradas ajenas, más en la línea de su propia visión. No quería ser la eterna adolescente, ni tampoco el decorado de una superproducción. Como su Sophie-Anne Leclerq, reina vampira de Luisiana, el destino de su vida era solo asunto suyo, y pronto la veríamos en papeles mucho más que alimenticios, encarnando a mujeres con algo que contar, como demostró en otro producto televisivo, Westworld (2016-).
A continuación, aprovechando la celebración del aniversario de su nacimiento, elegimos sus producciones clave:
Desapariciones, 2003
Este atípico western de Ron Howard, que pasó por la sección oficial de la Berlinale, supuso su carta de presentación en la industria. Acompañando a Cate Blanchett, Tommy Lee Jones y Aaron Eckhart, Wood interpretaba uno de los roles clave de este trabajo que fue duramente criticado en su premier pero que el paso del tiempo ha colocado en un mejor lugar. El filme narra el viaje forzado de una madre y un padre que, pese a estar separados, se deben unir tras ser una de sus hijas secuestrada por un chamán indio. Una película que recuerda a Centauros del desierto y que fue mejor valorada en Europa que en Estados Unidos.
Across the Universe, 2007
Primer gran papel protagonista en este musical con The Beatles como leitmotiv musical en fondo y forma. Nominada al Globo de Oro, el filme de Julie Taymor nos traslada a los años 60 y a las protestas de la juventud estadounidense por la Guerra de Vietnam. Una propuesta colorista, llena de buenos números musicales y un romance protagonizado por dos actores carismáticos. Tras esta cinta, Rachel Wood decidió no volver a interpretar papeles tan estereotipados. La actriz declaró en varias ocasiones que no supo ni sabe gestionar el éxito.
True Blood (2008-2014)
Como les ocurrió a sus compañeros de reparto Anna Paquin, Ryan Kwanten y, sobre todo, Alexander Skarsgård, Rachel Wood se convirtió en todo un icono de la pequeña pantalla, trampolín oficioso a proyectos en el largo formato. Esta serie vampírica de HBO fue una de las sensaciones de la primera década del nuevo milenio, encuadrada en una corriente adulta dentro de la ficción televisiva, con sexo y desnudos poblando sus imágenes.
Cómo sobrevivir en un mundo material, 2020
Es su última gran película, presentada en la antepenúltima edición del Festival de Sundance. En ella, Rachel Wood da vida a la hija de una familia disfuncional, que basa su día a día en facturar pequeñas estafas a bancos y entidades económicas. Este filme, firmado por Miranda July, responde las ambiciones profesionales de la actriz, que siempre ha declarado sentirse más cómoda en la producción independiente.
Twitter: @eamcinema | Park City, Utah.
