La semana pasada os hablábamos con cierta nostalgia de la aparición de Eva Mendes en el panorama cinematográfico de principios de siglo. El suyo es un caso más sobre el papel de ciertos actores y, sobre todo, actrices en la industria. Un papel de carácter efímero, limitado a unos pocos años de gloria. El caso de Reese Witherspoon, dentro un espectro de mayor alcance, sí que porta alguna de esas claves. El paso de la juventud a la madurez no ha sido sencillo profesionalmente para esta actriz nacida en Nueva Orleans en 1945. Nunca ha dejado de trabajar en el universo audiovisual, pero se puede observar una decadencia aparente en la elección de trabajos, con incursiones cada vez más recurrentes en el mundo televisivo.
Su llegada a la industria, a finales de los 90, la erigió en una de las musas indies del momento. Un estrato que dejó pronto atrás para integrar producciones de corte medio pero con claras ambiciones: la búsqueda del Oscar. En su caso, llegó con En la cuerda floja (Walk the Line, 2005). A partir de ahí, y también lastrada por temas personales y familiares, su estrella se fue apagando. Aun así, Ha trabajado con cineastas como Jeff Nichols, Paul Thomas Anderson o Francis Lawrence, siempre en roles secundarios. En televisión, vivió un despegue con Big Little Lies, en la que acompañaba a Nicole Kidman y Shailene Woodley. De esta manera se mueve su carrera en la actualidad, alternando ambos formatos.
A continuación, les presentamos los filmes esenciales de su filmografía. Clásicos, todos, de la cultura popular.
Pleasantville (1998)
Fue la película que la dio a conocer. Este clásico juvenil de Gary Ross además, ejerció de plataforma para otros actores como Tobey Maguire o Paul Walker, que se codeaban con veteranos como Jeff Daniels, Joan Allen y William H. Macy. El filme relata el viaje mágico de dos hermanos a una sitcom televisivo en blanco y negro en los años 50. El pueblo que ejerce de contexto es un lugar apacible, monocromo, que irá mutando tras la llegada de los dos jóvenes.
Election (1999)
Esta, sin embargo, fue la película que le situó en la mira de la carrera al Oscar. En puridad, la que la posicionó como actriz de prestigio que trascendía su rotundo físico. A nuestro gusto, es la mejor película de Alexander Payne, que traslada unas elecciones en un high school al ámbito universal. Witherspoon rebosa carisma en cada plano. Su interpretación le valió una nominación al Globo de Oro.
Crueles intenciones (1999)
Clásico generacional, convertido en obra de culto décadas más tarde. En su momento, fue un pelotazo en taquilla, que consiguió que sus protagonistas Ryan Phillippe, Sarah Michelle Gellar, Selma Blair y la propia Witherspoon se elevaran como ídolos forracarpetas. Esta contemporaneización de Las amistades peligrosas de Choderlos de Laclos fue dirigida por Roger Kumble, especializado en cine teen de bajo perfil artístico.
En la cuerda floja (2005)
Es el gran papel de su carrera. Que marcaba la apertura de entrada a la madurez profesional. Se saldó con Oscar, Globo de Oro y BAFTA. En este filme del siempre interesante James Mangold, dio vida a June Carter, mujer y compañera de trabajo de Johnny Cash, uno de los grandes cantautores de la historia, protagonizado por un no menos excelso Joaquin Phoenix, que también consiguió la estatuilla.
@eamcinema | Park City, Utah.
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