Las mejores comedias francesas de 2020

Es un género en sí mismo, que tiene en España uno de sus grandes bastiones comerciales. No hay semana en la que no aparezca una comedia francesa en taquilla. Al igual que nuestros vecinos del norte, el público español –el que llena las salas, se entiende, situado en una franja de edad más cercana a la madurez— siente predilección por el sentido de humor francés. ¿Las razones? Es probable que el factor común sea el gusto por los personajes verborreicos, que ejercen de jueces de una realidad comprensible e identificable. Porque, así es, la comedia francesa es una canalizadora perfecta de todas las obsesiones de la sociedad europea, que van desde lo político hasta lo íntimo.

Por supuesto, 2020 ha sido un duro golpe para el género y su exportación a nuestro país. A continuación, y aprovechando el «Especial César» de SundanceTV, les exponemos las cinco grandes comedias galas del año pasado. Algunas ya han aterrizado en nuestra taquilla, otras en festivales y otras están pendientes de estreno.

Al abordaje, de Guillaume Brac

Deliciosa película que compitió en la pasada edición del Festival de Gijón. Eric Nantchouang, Salif Cissé, Édouard Sulpice y Asma Messaoudene protagonizan esta historia de amor estival ambientada en París aderezada por dosis inspiradas de humor. Una obra muy interesante de un cineasta a seguir, que ofrece nuevas sendas a un género bastante estereotipado en su país.

Felicidad, de Bruno Merle

Más cine que se desarrolla en verano. El último filme de Bruno Merle, protagonizado por Pio Marmai, Rita Merle y Camille Rutherford, narra las aventuras y desventuras familiares de un joven matrimonio que se prepara para la vuelta de vacaciones y la reincorporación de su hija al colegio. Una película estupenda que toca con honestidad y solvencia diferentes géneros

Perfumes, de Gregory Mágne

Estrenada en nuestro país gracias a BTeam Pictures, esta película protagonizada por Emmanuelle Devos responde al estereotipo habitual que domina la taquilla en Francia: bajada a la mundanidad de una persona con un talento extraordinario dentro del mundo de las fragancias gracias a la particular relación que tiene con su chófer. Un hombre que, a diferencia del resto, no la ve como la diva que se esfuerza en aparentar.

Manual de la buena esposa, de Martin Provost

Un habitual del género, Martin Provost, siempre aprovecha los espacios íntimos para desplegar historias universales con más profundidad de la que aparentan en inicio. En esta ocasión, Provost, a través de la mirada de una estricta profesora llamada Paulette Van Der Breck –encarnada por Juliette Binoche—, nos ofrece otra perspectiva del Mayo del 68. Un hecho histórico que coincidirá, cómo no, con la llegada del amor para la docente.

Mandíbulas, de Quentin Dupieux

Finalizamos, como no podía ser de otra manera, con una película de la que os hablamos la pasada semana: Mandíbulas de Quentin Dupieux, una cinta sobre la camaradería y la masculinidad que tiene un eje singular: la aparición de una mosca gigante que unos amigos querrán amaestrar. Así es el cine de este realizador que saltó a la fama gracias a una película sobre un neumático asesino. Como ven, el cine cómico galo tiene muchas texturas, formas y humores.

El antepenúltimo mohicano

Park City, Utah.

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