Recordamos a Lord Richard Attenborough

En la tercera entrega de la segunda trilogía de Parque Jurásico, Jurassic World: Dominion, infame, todo hay que decirlo, el director, Colin Trevorrow, recurría, como hicieron sus antecesores, a flashbacks donde aparecía John Hammond. En una franquicia devenida objeto nostálgico, la presencia de este científico-mecenas suponía invocar la memorabilia de la obra maestra de Spielberg. Parque Jurásico fue uno de los últimos grandes papeles de Richard Attenborough, un actor que para las nuevas generaciones ha estado ligado irremisiblemente a este rol del archimillonario británico que tenía la ingenua ambición de revivir un mundo extinto. Sin embargo, Attenborough siempre fue mucho más que ese entusiasta anciano.

Fue uno de los grandes actores secundarios del cine británico, que dejó decenas de grandes papeles en superproducciones, también estadounidenses. Como actor, logró la Concha de Plata en el Festival de San Sebastián con Plan siniestro (1964). Empero su carrera como director fue todavía más notable, con dos Oscars en su estantería, conseguidas gracias a una de las obras más importantes de los 80: Gandhi (1982). Attenborough consiguió con este biográfico las estatuillas a mejor director y a mejor película. Su carrera directoral nunca volvió a rozar esa cima pero dejó como legado una filmografía competente y llena de títulos interesantes.

Aprovechando el aniversario de su nacimiento, repasamos su carrera, tanto como actor como realizador.

Un gran actor

Debutó en 1942 con Sangre, sudor y lágrimas. Desde entonces conformó una trayectoria notable como actor de reparto. De su primera etapa británica destacaron filmes como Boys in Brown (1949), dirigida por Montgomery Tully, y coprotagonizada por Jack Wagner y Dick Bogarde, o The Lost People (1949), firmada por Muriel Box. Su debut en Estados Unidos llegó con la colosal La gran evasión (1963). En territorio norteamericano apareció en grandes filmes como El tercer secreto (1964) o El vuelo del Fénix (1965), para después alternar carreras en ambas industrias con propuestas como El estrangulador de Rillington Place (1971), Brannigan (1975) –western junto a John Wayne— o El factor humano (1979).

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Elizabeth fue su último gran papel

Ya en los 90, y en su senectud, nos dejó varios roles memorables. Primero con la citada colaboración con Spielberg en Parque Jurásico, luego con Kenneth Branagh y su versión de Hamlet (1996). Su último gran trabajo fue Elizabeth (1998), del pujante director de origen hindú Shekhar Kapur, que obtuvo siete nominaciones al Oscar, entre ellas la de mejor película. Sus últimas intervenciones se dieron en largometrajes documentales y propuestas infantiles.

Y un buen director

Pese a que nunca logró igualar su mayor hito, que le procuró un Oscar, la carrera de director de Attenborough fue notable, con filmes como ¡Oh, qué guerra tan bonita! (1969); Un puente lejano (1977), protagonizada por Sean Connery; Grita Libertad (1987), con Kevin Kline y Denzel Washington; Chaplin (1992), con un pujante Robert Downey Jr., nominado al Oscar; y Tierras de penumbra (1993), con Anthony Hopkins y Debra Winger en los papeles principales. Largos que fueron bien recibidos por la crítica que certificaron el talento para la realización de uno de los rostros más reconocibles de la historia del cine británico.

El antepenúltimo mohicano

Twitter: @eamcinema | Park City, Utah.

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