SXSW | La clausura del festival de 2016. Por Greg MacLennan

Parafraseando a uno de los residentes más famosos de Austin: «la gente piensa que Austin es realmente genial, y me inclino a estar de acuerdo con ellos». Willie Nelson fue entrevistado para el documental A Song For You: The Austin City Limits Story, el cual echa un vistazo a la increíble historia de la serie de PBS.  Para quienes no conocen el show, esta es, a sus 41 años, la serie de música en vivo más longeva de los Estados Unidos, y da la casualidad de que se graba aquí, en la capital mundial de la música en vivo. Nelson fue su primer invitado y su presencia ha sido frecuente en la serie en sus cuatro décadas de emisión.

Viendo el documental dirigido por Keith Maitland —que en realidad ganó el SXSW Feature Documentary Award por su otra película en el Festival, Tower— es fácil recorrer la rica historia musical de Austin. Mientras estoy aquí para hablar sobre el festival de cine y las increíbles películas que vi, lo que verdaderamente distingue al SXSW de cualquier otro festival en todo el mundo es que forma parte de una entidad más grande, la cual abarca la música.


Tower, de Keith Maitland

South by Southwest comenzó hace 30 años como un festival de música. Es difícil imaginar un mundo sin redes sociales — ¡y sin email! En 1994, se añadió la parte dedicada al cine, así que en realidad el festival debe su vida al éxito cosechado por su hermano mayor musical. Es un hecho que no puede ser ignorado, cuando se asiste al SXSW. La música está literalmente en todas partes. Las personas juegan en la calle. Se puede escuchar un potente grave al pasar por los locales cuando te diriges a pie desde el Alamo Drafthouse Ritz al Paramount Theatre y esperas en la cola para ver las películas.

Quizás por esta razón el festival ha creado la parte del festival «24 beats per second», así aquellos que porten una acreditación del festival de música tienen la oportunidad de disfrutar del cine con cierta inclinación musical. Crea un puente maravilloso entre dos de las facciones del festival. Una de esas películas es la ya mencionada A Song For You, que mostró lo verdaderamente especial que es Austin y ese sentimiento sobre cómo nos sentimos acerca de la música. No solo era una carta de amor al Austin City Limits, sino también a nuestra ciudad.


Miles Ahead, de Don Cheadle

Sin embargo, el documental no fue la única película musical de la semana. Se obsequió a los asistentes al festival con no uno sino dos largometrajes de músicos de jazz. Miles Ahead, escrito, producido, dirigido y protagonizado por Don Cheadle, es básicamente una pieza de jazz libre en sí misma. La película es un riff de la vida de Miles Davis, saltando entre distintos períodos de tiempo y a veces los fusiona. Ethan Hawke también se puso delante de la cámara protagonizando a Chet Baker en la discreta película biográfica de Robert Budreau, Born to be Blue. Ambas películas repasan el mundo de la droga de los genios.

La parte relacionada con el cine en el SXSW comenzó el viernes y transcurrió durante 10 días, mientras que el festival de música arrancó el martes. Muchos periodistas y cineastas se dejaron caer por la ciudad pronto y abandonaron el lunes, justo antes de que el caos se apoderara del centro de Austin —y es que la ciudad se envuelve en caos; se cortan todas las calles y cientos de miles de personas saltan de espectáculo en espectáculo. Es totalmente diferente al día a día habitual en Austin. Pero, si bien es verdad que el festival de música puede causar varios dolores de cabeza, sí que resulta más fácil ver las películas. Procuro saltarme los grandes estrenos de películas, para más adelante ponerme al día durante un segundo o incluso a veces hasta un tercer pase. Sin duda, las grandes estrellas nos han dejado, pero se han llevado a las multitudes, lo que hace infinitamente más fácil colarse en lugares más pequeños y esperar menos en las colas.


My Bling Brother, de Sophie Goodhart

Este fue el caso de un par de películas que vi, incluyendo My Blind Brother, una comedia romántica sobre un triángulo amoroso protagonizado por Nick Kroll, Adam Scott y Jenny Slate, la comedia de improvisación Don’t Think Twice, de Mike Birbiglia y el thriller de suspense de Fede Álvarez, Don’t Breathe, las cuales todas ellas contaron con estrenos de película a principios de semana, con la asistencia de cineastas y del casting, pero que fue mucho más sencillo entrar en una segunda tanda, y eso que hubo mucho revuelo a su alrededor.

Sin embargo, conocer a gente nueva y ver a viejos amigos es siempre la mejor parte del SXSW. El festival todavía tiene esa atmósfera de ciudad pequeña en el ambiente, a pesar de estar llegando a ser más grande que la vida misma. La gente es increíblemente amable y educada, y parece que los asistentes al festival son las personas más felices viendo las películas durante toda la semana. Porque, ¿hay algo que sea mejor que ver varias películas en un día?

 

Greg MacLennan es un programador de cine en Alamo Drafthouse Cinema y director creativo A / V en Drafthouse Films.

 Fuente imágenes: SXSW