Asesinato de Eduardo Dato

Se cumplen 100 años del magnicidio

El 8 de marzo de 1921, Eduardo Dato, presidente del Consejo de Ministros, subió a su coche oficial para trasladarse desde el Senado a su casa utilizando la ruta habitual. En el coche, un Marmon 34 estadounidense, viajaban el mismo Dato, el chófer y un ayudante. Cuando circulaban por el lado izquierdo de la Plaza de la Independencia (hasta 1924 en Madrid se circulaba por la izquierda) dirigiéndose hacia la calle Serrano (entonces de doble sentido) tres hombres, Pedro Mateu, Luis Nicolau y Ramón Casanellas, subidos en una moto con sidecar, esperaban en la Plaza de Cibeles a que el coche avanzara hacia la Puerta de Alcalá. Entonces, se acercaron por detrás y dispararon una veintena de veces al coche en el que circulaba Dato. Tres de los disparos resultaron del todo mortales, falleciendo el presidente en el acto.

 

Detalle del estado del coche tras el ataque

 

Tras el suceso, los asesinos huyeron. Sin embargo, a los pocos días, Pedro Mateu fue detenido en el lugar donde se hospedaba. Luis Nicolau huyó con su pareja a Alemania donde posteriormente sería detenido y extraditado a España. Ramón Casanellas se marchó a Rusia.

 


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La facilidad con que los asesinos perpetraron el magnicidio sorprendió a todo el mundo. Llevaron a cabo ensayos a plena luz del día sin que la policía se percatara de movimientos extraños en el centro de la capital. Además, el coche de Dato no estaba blindado y, para mayor sorpresa, viajaba sin escolta. Más aún cuando la amenaza de atentado se cernía con viveza sobre el presidente. Días después del suceso se produjo la dimisión del Director General de seguridad Fernando de Torres Almunia.

Tras su muerte nos quedó su legado como legislador, papel desde el que impulsó importantes reformas y leyes que conformaron las bases de lo que hoy es la legislación laboral y social en España.

 

Foto cedida por la familia Dato