Atentado en el metro de Tokio

La mañana del 20 de marzo de 1995 se produjo el peor atentado de la historia de Japón. En plena hora punta varios individuos liberaron gas sarín en cinco puntos distintos del metro de Tokio. Se trataba de miembros de la secta Aum Shinrikyo un grupo religioso de carácter ultranacionalista liderado por Shoko Asahara. El gas sarín ataca al sistema nervioso y es altamente tóxico pudiendo producir la muerte incluso en cantidades muy pequeñas. Fue desarrollado por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial y aunque no se empleó en ella, sus efectos letales son conocidos. El ataque al metro de Tokio provocó 13 muertos y varios miles de intoxicados, además de un fortísimo impacto psicológico en la sociedad nipona. Diecisiete años después del atentado, el último de los terroristas que lo planearon fue detenido.