Beethoven estrena su novena sinfonía

El 7 de mayo de 1824 el compositor alemán Ludwig van Beethoven estrenó su Novena Sinfonía en el Kärtnertortheater de Viena, ciudad en la que había desarrollado su carrera musical. La obra fue un éxito apoteósico, ya que a su gran intensidad expresiva y espléndido discurso musical añadió la revolucionaria novedad de un movimiento final con parte para coro y cuatro solistas vocales. Esta parte no era otra que la adaptación del poema Oda a la Alegría, del poeta Friedrich von Schiller. Beethoven había pensado en acometer el proyecto mucho antes, pero no fue hasta la conclusión de su magnífica Missa Solemnis cuando pudo abordarlo dedicándole toda la energía que exigía. Hoy día es una de las piezas fundamentales del repertorio sinfónico mundial y es apreciada como una de las obra esenciales de la música clásica occidental.