Creación de la Real Orden de San Hermenegildo

Tras el fin de la Guerra de Independencia y su regreso a España, Fernando VII quiso distinguir de algún modo a los militares que habían contribuido a la derrota del ejército francés. El General Wellington pensó que la distinción podría consistir en la concesión de la ya existente Cruz de la Orden de San Fernando reformando los estatutos de ésta en lo que fuese necesario. Sin embargo el Consejo de Guerra consideró más adecuado crear una nueva Orden Militar que recibiría el nombre de San Hermenegildo o San Recaredo. Bajo la advocación de San Hermenegildo, ésta sería aprobada por Fernando VII el 28 de noviembre de 1814. La Orden premiaba la constancia en el servicio de los oficiales de los Reales Ejércitos, Armada y Milicias. Con el paso del tiempo su Reglamento ha conocido diversas modificaciones de forma que hoy en día tienen entrada en ella todos los suboficiales de los Tres Ejércitos y Guardia Civil que se hagan acreedores de la misma. La Real y Militar Orden de San Hermenegildo es en la actualidad una de las más altas distinciones militares de España.