Descubrimiento de Herculano

Hacía ya semanas que el ingeniero militar zaragozano Roque Joaquín de Alcubierre había comenzado a excavar túneles cerca de la ciudad italiana de Portici en busca de restos arqueológicos de época romana. Lo hacía por orden del rey Carlos VII de Nápoles y Sicilia, que reinaría más tarde en España con el nombre de Carlos III. En la mañana de un día como hoy de 1738 su equipo sacó a la luz una inscripción epigráfica que les permitió identificar la ciudad que estaban excavando: Herculano. Acababan de descubrir una de las ciudades que habían sucumbido bajo la erupción del Vesubio del año 79 d.C. El mismo Alcubierre descubriría la ciudad de Pompeya diez años más tarde.