Dreyfus condenado por espionaje

A las 19:30 de un día como hoy de 1894, el consejo de guerra permanente del gobierno militar de París leía públicamente su sentencia en el juicio al capitán del Estado Mayor francés Alfred Dreyfus por espionaje y alta traición. El encausado fue declarado culpable. Se declaraba así que el acusado había facilitado al Imperio Alemán, el mayor enemigo de la República Francesa a finales del siglo XIX, información excepcionalmente valiosa. El condenado fue degradado y deportado a la prisión de la Isla del Diablo, en la Guayana Francesa. La oleada de controversia y protesta que levantó el caso sacudió los cimientos de la sociedad francesa. En 1906 se demostró que la condena había sido injusta y Dreyfus fue rehabilitado.