El destino de Portugal se decide en Aljubarrota

Tal día como hoy de 1385 se produjo la batalla de Aljubarrota, en la que se dirimió por las armas quién reinaría en Portugal. Su rey, Fernando I, había muerto sin descendencia masculina dos años antes y según los tratados que había firmado y su testamento, la corona tenía que haber pasado a su hija Beatriz, casada con el rey Juan I de Castilla. Esta posible unión con Castilla levantó una gran oposición interna en el reino luso que llevó a la proclamación como rey del maestre de Avís, Juan. Este hecho fue confirmado por las Cortes reunidas en Coimbra en abril de 1385, que le reconocieron con el nombre de Juan I de Portugal. El rey castellano inició entonces la invasión del país, pero en Aljubarrota sufrió una derrota sin paliativos que acabó con sus reivindicaciones dinásticas y encumbró a la dinastía de Avís en el trono portugués.