El primer día de octubre de 1908 comenzó la comercialización en Estados Unidos del automóvil Modelo T de la compañía Ford. La gran novedad en este modelo frente a sus predecesores en las fábricas de Henry Ford fue que se manufacturó usando la cadena de montaje, lo que permitió reducir notablemente su precio final. Además fue el primer coche producido en masa con piezas recambiables. Durante los años en que estuvo en circulación recibió muchos motes, pero “Lizzie” fue el más popular. La compañía puso formalmente fin a su producción el 26 de mayo de 1927.
