Un día como hoy de 1555 murió en el palacio en que vivía recluida en Tordesillas desde 1509 la reina Juana I de Castilla, conocida como «la Loca». Tercera de los hijos de los Reyes Católicos no llegó a ser heredera hasta la muerte de dos de sus hermanos y un sobrino. Se casó en 1496 con el archiduque Felipe de Austria «El Hermoso». A la muerte de su madre en 1504 heredó el trono castellano, habiendo dado ya antes síntomas de enajenación. Su padre y su marido la apartaron del poder por incapaz y muerto éste en 1506 aumentaron sus trastornos. Al morir su padre en 1516 asumió el título de rey su hijo Carlos I, aunque ella siguió siendo reina nominal, y como tal figuraba en todos los documentos legales. Los comuneros acudieron en busca del apoyo de la reina, aunque ella se negó a firmar ningún documento ni a su favor ni en su contra. Tras su muerte aumentó el aura idealizada y legendaria que ya poseyó en vida.
