El 31 de agosto de 1997 un accidente de tráfico segó la vida de Diana de Gales. La noticia dio la vuelta al mundo en pocos minutos causando tanta conmoción como incredulidad. El trágico accidente tuvo lugar en pleno centro de París, en el subterráneo del Puente del Alma, cuando Lady Di y su pareja, Dodi Al Fayed, trataban de dar esquinazo a los paparazzi que les perseguían. El Mercedes S-600 negro en que viajaban era conducido por el chófer de Al Fayed, Henri Paul, que también falleció en el siniestro. Los rumores sobre una posible conspiración para acabar con la vida de la pareja se dispararon desde el primer momento, si bien la investigación se cerró en 2008 sin resultados oficiales en ese sentido. La muerte de Diana de Gales causó un auténtico terremoto en la monarquía británica generando una desafección hacia la misma sin precedentes.
