La Capilla Sixtina, restaurada

Un día como hoy de 1994 el Vaticano presentó ante 1.200 periodistas el resultado de la restauración de El Juicio Final, el monumental fresco de Miguel Ángel que ocupa el muro del altar. Los trabajos de recuperación de los frescos de la capilla habían comenzado tres décadas antes, incluyendo los del propio Miguel Ángel en la bóveda. El resultado de la limpieza, que quitó las capas de hollín, polvo y barnices puestos por restauradores de siglos pasados, descubrieron unos colores vivos que llamaron la atención de público y especialistas. El papa Juan Pablo II ofició una misa en la capilla para celebrar la conclusión de las obras, durante la que calificó la obra del genio renacentista como «santuario de la teología del cuerpo humano». Defendía así la obra del artista frente a quienes veían con buenos ojos la decisión de su predecesor Pablo IV, que en el siglo XVI ordenó cubrir los cuerpos desnudos pintados por el pintor de Caprese.