El domingo 24 de noviembre de 1963 Washington despertaba de luto para la celebración de los funerales de Estado por el presidente John F. Kennedy, asesinado dos días antes en Dallas. Mientras, en la ciudad texana se trasladaba al único detenido, un empleado del Depósito de Libros Escolares de Texas de nombre Harvey Lee Oswald, a la cárcel del condado. Cuando Oswald iba a ingresar en el centro fue tiroteado por el propietario de un club nocturno local, Jack Ruby. Fue trasladado al Parkland Hospital, donde murió dos horas después. Con su muerte se fue la única posibilidad de saber realmente qué había tras el mayor magnicidio del siglo XX. La comisión encargada de investigar el asesinato (llamada “Comisión Warren”) concluyó que Oswald fue el único implicado en el asesinato y descartó la existencia de una conspiración para acabar con el presidente. Pese a ello los rumores y teorías sobre los verdaderos motivos de la muerte de Kennedy no han dejado de circular por el mundo.
