«Putsch» de la cervecería en Múnich

En la noche del 8 al 9 de noviembre de 1923 Adolf Hitler protagonizó el primer intento del Partido Nazi de hacerse con el poder en Alemania. Varios grupos violentos de extrema derecha (que contaban con el apoyo de fuerzas paramilitares) estaban conspirando para desestabilizar al gobierno y hacerse con el poder en la República alemana. Aquella noche los conspiradores irrumpieron en la cervecería Bürgerbräu Keller de Múnich, donde se habían reunido varios altos cargos del gobierno estatal bávaro. Intentaron recabar su apoyo a punta de pistola al tiempo que sus fuerzas paramilitares intentaban hacerse con el control de los puntos estratégicos de la capital. La reacción adversa del gobierno estatal en cuanto se libró de la vigilancia de los golpistas y varios errores de bulto de éstos condenaron la intentona al fracaso. Los instigadores fueron detenidos (incluido el propio Hitler), juzgados, condenados por alta traición y encarcelados.