Referéndum sobre la permanencia de España en la OTAN 

El 12 de marzo de 1986 Felipe González convocó un referéndum vinculante para que el pueblo español decidiera si permanecer en la Organización del Tratado del Atlántico Norte. España se adhirió a la organización en 1982 bajo el mandato de la UCD con Leopoldo Calvo Sotelo.

En el momento de la adhesión el PSOE mantuvo ferozmente una posición desfavorable a la incorporación bajo el lema de OTAN, de entrada no. Sin embargo, en 1986 el gobierno de Felipe González cambió radicalmente de posición y pidió el «sí» a los ciudadanos españoles. El Gobierno realizó campaña aconsejando el voto favorable a la alianza e incluso Felipe González aseguró que dimitiría si salía el ‘no’ de la consulta.

La pregunta del referéndum fue muy polémica ya que la opinión pública consideró que estaba redactada para encaminar al respuesta al ‘sí’. González argumentó la nueva estrategia vinculando la permanencia con el ingreso de España en la Comunidad Económica Europea y bajo términos acordados de no incorporarse a la estructura militar integrada, la prohibición de almacenar armas nucleares en territorio español y la reducción progresiva de la presencia militar de Estados Unidos en España.

Finalmente, el ‘sí’ obtuvo 52,5% de los votos con una participación más alta de lo que se esperaba (59,4%). Años más tarde, durante el mandato de José María Aznar, España acabó incorporándose a la estructura miliar integrada en la OTAN y autorizó la instalación de armas nucleares estadounidenses en el país.