Rendición incondicional de Japón

Un día como el de hoy de 1945 se firmó a bordo del buque USS Missouri, anclado en la bahía de Tokio, el acta de rendición del Imperio de Japón. Tras el lanzamiento por Estados Unidos de las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki (6 y 9 de agosto) y la declaración de guerra por la URSS (8 de agosto), Japón no tuvo más remedio que aceptar la situación y comenzar a negociar la paz con los Aliados. Éstos no aceptaron otros términos que no fuesen la rendición incondicional de todas las fuerzas armadas japonesas dondequiera que se hallasen. El breve documento final, de apenas ocho párrafos, fue redactado por el Departamento de Guerra de Estados Unidos y aprobado por el presidente Truman. A las 09:04 a.m. fue firmado por los representantes japoneses y unos minutos más tarde por el general Douglas MacArthur, comandante supremo de las fuerzas aliadas. Con aquel acto se puso punto final a la Segunda Guerra Mundial.