Tal día como hoy del año 1918 se fundó en el Reino Unido la Royal Air Force, la primera fuerza aérea militar independiente de un país moderno. Antes del estallido de la Primera Guerra Mundial las aplicaciones militares de la aviación apenas se habían esbozado, pero desde 1914 el uso de aviones en la guerra vivió una avance espectacular. De las funciones de observación se pasó al desarrollo de la capacidad ofensiva, tanto en el bombardeo como en el combate aéreo. Ante la emergencia que supusieron los primeros bombardeos diurnos de Londres en junio de 1917, el gobierno británico solicitó al general Jan Chrisitian Smuts que realizase un informe sobre la situación de la aviación británica. El resultado de dicho informe fue la unificación de los Royal Flying Corps y el Royal Naval Air Service en un solo cuerpo independiente.
