Se enciende la mecha de la revolución

Tal día como hoy del año 1917 la inquietud se apoderó de la capital del Imperio Ruso. Petrogrado (nuevo nombre de San Petersburgo, cambiado tras el estallido de la Primera Guerra Mundial por ser considerado poco patrio) se vio salpicada por alborotos y huelgas. El empeoramiento interminable de la situación socioeconómica del pueblo ruso desde el estallido de la Gran Guerra había llegado a niveles insoportables. En los días siguientes los soldados presentes en la capital se unieron a los insurrectos y lo que comenzó como un alboroto de descontentos acabó convirtiéndose en una revolución. El 12 de marzo (27 de febrero en el calendario juliano que todavía se usaba en Rusia) se formó un gobierno provisional y los obreros y soldados formaron un consejo (soviet) a imitación del constituido en la Revolución de 1905. El fin del imperio de los zares había comenzado.