Tregua espontánea en el frente occidental

Tal día como hoy de 1914, cuando no hacía ni cinco meses del estallido de la Primera Guerra Mundial, se produjo un hecho insólito en el frente occidental.

En algunos lugares puntuales los soldados aliados se vieron sorprendidos al aparecer en las trincheras alemanas que tenían delante árboles de Navidad y al escuchar a los soldados enemigos entonar villancicos. Los soldados respondieron cantando villancicos en inglés. Al día siguiente, soldados de ambos bandos (alemanes por un lado e ingleses por otro -y en menor medida franceses-) treparon las trincheras y confraternizaron con el enemigo en la “Tierra de Nadie”. Se estrecharon las manos, se felicitaron las Pascuas, se intercambiaron regalos como tabaco o periódicos e incluso llegó a jugarse algún partido de fútbol amistoso. Los altos mandos, enfurecidos por lo que acontecía, mandaron órdenes de abortar inmediatamente cualquier acto amistoso. El día 26 se reiniciaron las hostilidades.