Partimos del jabón de glicerina base que cortamos en láminas y calentamos la cantidad que veamos que podamos necesitar a fuego lento. Posteriormente le añadimos el colorante alimentario y el aceite esencial si así se desea.
La glicerina tiene que calentarse a fuego lento sin que hierva, y una vez añadido el colorante y la esencia, lo vertemos en este caso en un molde de playa con forma de cangrejo.
Para quitar la espuma lo que debemos hacer es coger un papel de cocina absorbente y pasarlo por encima de la espuma.