En nuestra clase de hoy, nos adentraremos en el fascinante mundo de la cocina de aprovechamiento, sacando partido a esas sobras universales que todos guardamos en nuestras neveras. Además, contaremos con la maestría culinaria de Sergio Fernández, quien nos guiará en la elaboración de dos deliciosas recetas para ejemplificar los conceptos aprendidos: las exquisitas Bombas de patatas rellenas de estofado y los irresistibles Nidos de pasta crujiente.
Estas recetas, que hoy apreciamos como platos contundentes, llenos de sabor y con un toque casero, tienen sus raíces en tiempos pasados, cuando la conservación de alimentos no era tan sencilla y la utilización completa de cada ingrediente era esencial. En aquellos días, estos platos no eran un lujo culinario, sino más bien una necesidad básica para sobrevivir en el mundo gastronómico.
Un ejemplo destacado de esta tradición culinaria son las croquetas, un manjar que ha sido parte de nuestra cultura y que hoy en día se solicita incluso en los más distinguidos restaurantes de comida nacional. Sin embargo, su origen se encuentra en la necesidad de dar utilidad a los restos de carne de otros guisos, en particular, del cocido.
Así que prepárense para aprender a crear dos delicias culinarias: las Bombas de patata rellenas de estofado y los Nidos de pasta crujiente, utilizando la magia de las sobras con el toque maestro de Sergio Fernández. ¡Comencemos!
Elaboración
Ponemos las sobras de guiso de ternera en un bol y desmenuzamos la carne y aliñamos con pimentón de la vera y pimienta negra.
Ponemos un cazo a fuego e incorporamos la leche, el agua y la mantequilla. Cuando comience a hervir, retiramos del fuego e incorporamos los copos de patata. Mezclamos bien y atemperamos para poder manipularlo.
Estiramos una cucharada del puré de patatas sobre un trapo o papel film y ponemos la carne del centro. Cerramos y le damos forma de bomba.
Pasamos por harina, huevo y panko. Freímos en abundante aceite.
Emplatamos las bombas con una ensalada de hojas verdes, Cherry y rabanitos.
El guanciale, ¿por qué se habla tanto de este producto últimamente? Además de porque vemos en RRSS a una ‘nona’ muy maja usándolo.
En la rica tradición culinaria italiana, el guanciale emerge como una joya gastronómica. Este embutido, confeccionado a partir de la papada del cerdo curada y sazonada con selectas especias, desempeña un papel estelar en la preparación de platos clásicos como la carbonara y la amatriciana.
Diferenicas entre la panceta y el guanciale:
La panceta, en su esencia, se origina en el vientre del cerdo, revelando una armoniosa combinación de carne magra y una fina capa de grasa. Por otro lado, el guanciale, meticulosamente elaborado a partir de la mejilla del cerdo, o carrillo, presenta una proporción de grasa superior y menos carne magra. Esta generosa cantidad de grasa añade un carácter distintivo y un toque de suculencia a tus preparaciones culinarias.
Ponemos una sartén al fuego y doramos el guanciale cortado en trozos.
En un bol mezclamos la pasta con el guanciale y queso parmesano.
Ponemos las sobras de pasta sobre una bandeja de horno y con un aro de emplatar. Agregamos los huevos y horneamos a 180ºC durante 8 minutos hasta que el queso se derrita y la pasta quede crujiente.
Terminamos decorando con albahaca y aceite de oliva.
En la clase de hoy hemos visto muchos platos ideales de la cocina de aprovechamiento y hemos podido aprender como sacar partido a esas sobras universales que todos guardamos en la nevera. Ahora te toca a ti poner en práctica todo lo aprendido, pero antes, ¡demuestra lo que sabes de bombas de patata y nidos de pasta crujiente!
