En la clase de hoy, nos sumergimos en el emocionante mundo de la cocina económica y deliciosa al descubrir los secretos de los cortes de carne más asequibles. Acompañados por el talentoso chef Sergio Fernández, exploraremos el arte de transformar ingredientes modestos en platos extraordinarios, con ejemplos concretos como el exquisito cachopo de cabecero de lomo y unas irresistibles chuletas de cerdo a la cazadora. ¡Prepárense para aprender y sorprenderse en esta emocionante lección culinaria!
El cachopo, plato estrella de la gastronomía asturiana, nos transporta a las montañas del norte de España con su historia rica y su sabor reconfortante. Este manjar, que consiste en dos filetes rellenos de jamón y queso, antes de ser empanados y fritos, tiene sus raíces en la región de Asturias, donde se ha convertido en un auténtico emblema culinario. Pero más allá de su origen, lo que hace al cachopo verdaderamente especial son sus dimensiones generosas y su capacidad para unir sabores intensos en un bocado crujiente y reconfortante que, sin duda, conquista paladares en cualquier rincón del mundo.
Elaboración
Cortados dos rodajas grandes del cabecero de cerdo y con ayuda de una cazuela o un espalmador, lo estiramos bien. Salpimentamos.
Rellenamos con jamón serrano y queso y ponemos el otro filete espalmado encima. Salpimentamos bien.
Pasamos por harina, huevo y panko y freímos en abundante aceite caliente.
Elaboración
Salpimentar las chuletas de cerdo y enharinar.
Doramos en aceite y reservamos fuera del fuego.
En esa misma olla incorporamos la cebolla, el ajo y la zanahoria picada. Cortamos el bacon y lo agregamos. Hacemos lo mismo con los champiñones.
Picamos los tomates en conserva y los agregamos junto al tomillo, el romero y las aceitunas.
Regamos con vino tinto cuando todo esté bien pochado y cubrimos con agua. Incorporamos las chuletas de cerdo y cocinamos 15 minutos. Destapamos y servimos decorando con perejil.
Aleta de ternera
Cuellos de cordero
Hemos visto los secretos de los cortes de carne más asequibles y como transformar los ingredientes modestos en platos extraordinarios. Ahora te toca a ti poner en práctica todo lo aprendido, pero antes, ¡demuestra si eres un experto cachopo!
